Propaganda política y rinocerontes en el plebiscito del '80

Mucho se debate sobre cuál es el peso real de las campañas políticas y qué papel juegan los medios de comunicación a la hora de definir una elección. Con el paso de los años la creencia que tienen un papel fundamental ha ido en aumento, al punto que las organizaciones políticas y sociales destinan muchísimo dinero a este rubro.

Este 30 de noviembre se cumplen 30 años del plebiscito de 1980, convocatoria a las urnas realizada por el gobierno de facto, que buscaba reformar la Constitución de la República para legitimar el régimen cívico - militar.

En esos tiempos, en Uruguay aún no se hablaba de comunicación política sino de "propaganda", al tiempo que las campañas políticas eran muy diferentes a las que vemos hoy en día.

De todas maneras, siempre fue imprescindible para las opciones que pujaban electoralmente comunicar sus plataformas en forma masiva, para ello se acudía a la televisión, la radio, los diarios, la cartelería, los volantes, los actos y el boca a boca, fundamentalmente.

En 1980, en plena dictadura y con la censura impuesta por los militares en Uruguay, la única publicidad televisiva sobre el plebiscito fue un spot que promovía el voto por el SI, la propuesta promovida por el régimen de facto.

La casi totalidad de la propaganda política difundida fue a favor del SI. En cambio, el NO contó únicamente con el apoyo de algunos editoriales de prensa y radio, pintadas, pegatinas y volanteadas clandestinas.

También jugó un papel preponderante el acto del 14 de noviembre en el cine Cordón, organizado por el Partido Nacional, que pese a contar con el permiso formal de la dictadura para hacer el evento, se reprimió a los participantes.

Las encuestas realizadas por Gallup afirmaban que el 60% de los uruguayos votarían SI y por ende aprobarían la reforma constitucional promovida por el régimen cívico - militar. Sobre este hecho, hay que tomar en cuenta que un porcentaje del electorado siempre vota a favor de la opción presuntamente ganadora, por lo que una encuesta de este tipo podría haber llevado a algunos indecisos a votar por el SI.

Debate televisivo

A las 21.30 horas del 14 de noviembre de 1980, el canal 4 emitió un debate grabado, sin cortes ni comerciales, en donde los consejeros de Estado coronel Néstor Bolentini y Enrique Viana Reyes defendieron la posición del SI y los dirigentes políticos Eduardo Pons Etcheverry (Partido Nacional) y Enrique Tarigo (Partido Colorado) argumentaron por el NO.
Entre mucho humo de cigarrillo, unos vasos en donde aún hoy no se distingue claramente si lo que toman es whisky y un clima muy tenso, se desarrolló posiblemente el primer debate político televisado del país.

Muchos argumentos se manejaron, pero "los rinocerontes" fue la frase de oro que quedó grabada en la ciudadanía en el debate dirigido por los periodistas Carlos Giacosa y Asadur Vaneskaian:

Eduardo Pons Echeverry: No va a haber nunca un divorcio entre las Fuerzas Armadas y los civiles, porque siempre hay civiles que aceptan la supremacía. Habrá civiles que no la acepten, pero hay civiles que la aceptan.
O sea, recordando la pieza de teatro de (Eugene) Ionesco, siempre hay rinocerontes, siempre.
Por consiguiente, el gobierno militar no se va a ver aislado de los civiles, porque siempre hay rinocerontes.

Carlos Giacosa: ¿Políticos?

EPE - Si, políticos y no políticos. Y que quieran actuar en política, porque les gusta la política y la figuración...

Néstor Bolentini: (interrumpiendo a Pons Echeverry) Yo, con todo el respeto que usted me merece y dentro de la relatividad con que hemos mantenido los calificativos dentro de nuestra oposición, yo digo que me resisto a admitir el calificativo de rinoceronte para todos los civiles que han entendido que su función patriótica era colaborar con las Fuerzas Armadas.

Enrique Viana Reyes: (interrumpiendo a Bolentini) Nos han dicho cosas peores...

NB - (dirigiéndose a Viana Reyes) Permítame...

EPE - Si los políticos son corruptos, los colaboradores pueden ser rinocerontes. Coronel, no hay que enojarse por eso...

NB - No, yo no me enojo, si yo no me estoy enojando... Yo no soy civil, yo soy militar.

EPE - Usted es parte civil y parte militar

NB - Yo soy fundamentalmente militar, y mi actuación en el campo político ha sido una incidencia de mi carrera militar, no otra cosa. Cuando la cosa estaba muy dura, cuando no se conseguía, cuando Acosta y Lara estaba sentenciado a muerte, me mandaron a relevarlo. Esa es mi actuación en política: relevar a Acosta y Lara quince días antes de que lo mataran. Pero dejemos eso de lado, que no tiene nada que ver...
Mi conciencia se revela contra ese calificativo de rinoceronte a todos los civiles que han colaborado con este gobierno en este momento crítico, en este gobierno cívico militar...

EPE - (interrumpiendo a Bolentini) Mire que yo no he dicho a todos los civiles, yo digo que siempre hay rinocerontes.

NB - Bueno pero ¿dónde están, los que colaboran?

EPE - Pero pueden colaborar por convicción, sin ser rinocerontes...

NB - Usted quiere decir que no todos son rinocerontes.

EVR - Ah bueno...

EPE - No todos eran corruptos.

NB - Yo interpreté mal. Ahora sí.

Quedaba de manifiesto que aquel que votara por el SI sería un rinoceronte, esa idea quedó instalada en la ciudadanía. Un colaborador de la dictadura cívico - militar.

El 30 de noviembre se convocó a las urnas. Tan seguros estaban los militares de su triunfo, que se permitió la televisación en directo de los comicios. El resultado final marcó la derrota de la propuesta de la dictadura: el NO obtuvo el 56,83% de las adhesiones.

Es difícil establecer cuánto pesó cada una de las distintas herramientas de comunicación en la decisión de la ciudadanía a la hora de definir su voto. Seguramente, más allá de la propaganda política, un pueblo entero, con cabeza propia, se rebeló contra las atrocidades de la dictadura, condenó a los rinocerontes y dijo NO más.









Bolentini y Tarigo en el debate.














Papeleta por el NO.

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