Obrero de la construcción de la patria del futuro

El primer discurso de Seregni luego de ser liberado, así como también su primera conferencia de prensa, constituyen parte fundamental del tesoro patrimonial del Frente Amplio y son clara muestra del pensamiento y de la altura espiritual que poseía el general.
Después de ocho años y dos meses de prisión, a las 17 y 45 del 19 de marzo de 1984, el general Liber Seregni fue dejado en libertad por el régimen de facto que padeció Uruguay. Cientos de personas aguardaban en las inmediaciones de San José y Yi el histórico momento. A la salida de la Jefatura de Policía de Montevideo, en donde había sido alojado en la celda número 1 del piso sexto especial, conducido en una camioneta Brasilia, se dirigió hasta su casa, acompañado por su esposa, Lilí Lerena, y sus hijas Bethel y Giselle, en donde minutos efectuaría el “Mitin de los Dos Bulevares”.
“A las 18.40 horas, asoma en el balcón de su casa y se dirige a un público calculado, ya en ese momento, en unas 15.000 personas. En varios pasajes de su alocución debe detenerse ante las permanentes muestras de adhesión del público que, entusiasmado, corea consignas que, desde sus comienzos, distinguieron la campaña del Frente Amplio: Seregni, amigo, el pueblo está contigo”. De esta forma recordaba el desaparecido diario Cinco Días, en su edición del martes 20 de marzo de 1984, la histórica jornada en la que el entonces presidente del Frente Amplio abrazaba nuevamente la libertad.
La excarcelación de Seregni “es otorgada por una sentencia compurgatoria que da por cumplida su pena con la prisión preventiva sufrida. Su libertad es definitiva y sin ningún tipo de limitaciones, salvo la pena aplicada de inhabilitación por dos años –mínimo legal-”, según explicaban en ese entonces los abogados del líder izquierdista, los doctores Hugo Batalla y Héctor Clavijo.

Desde el balcón
Ante una verdadera marea humana que se agolpó en la intersección de los dos bulevares, y bajo el balcón de su casa, Seregni, megáfono en mano, dijo “dos o tres palabras”.
“Primero: mi tremenda emoción, mi cariño y reconocimiento para ustedes. Sólo quiero decirles esto. Han pasado diez largos años. Salgo con la conciencia tranquila como entré; salgo más firme, más convencido de nuestros ideales, más decidido que nunca, y dentro del marco de mis posibilidades hasta el último átomo de mis energías al servicio de nuestro pueblo.
Es momento de expresar una tremenda alegría, es momento de pensar en el camino que tenemos que transitar hacia adelante. La patria marcha a la reconquista de la democracia. Todos nuestros esfuerzos para facilita esa marcha y para alcanzar la libertad y el total ejercicio de la democracia.
Por eso, compañeros, pedía recién a ustedes, ni una sola palabra negativa ni una sola consigna negativa. Fuimos, somos y seremos una fuerza constructora, obreros de la construcción de la patria del futuro. Sólo quiero repetirles ahora mi tremenda emoción de este momento. Mentiría si no les dijera que en estos largos años cuántas veces soñé con el momento de ser reintegrado a la liberad que me había sido sustraída. Una cosa es soñarlo y otra cosa es vivirlo, compañeros, como lo estoy viviendo en estos momentos. Sólo quiere decirles una y mil veces: ¡muchas gracias compañeros!
Antes que ustedes se retiren, quiero decirles que la gran preocupación de este momento, para poder transitar efectivamente los caminos de la recuperación de la democracia, es la pacificación de los espíritus. La pacificación nacional la sentimos como una necesidad, no hay democracia si no hay paz.
La pacificación que lleve al reencuentro de los orientales, tiene que reconocer necesariamente la más amplia de las amnistías, y el retorno de los exiliados.
Sólo les pido a ustedes una demostración cabal que el pueblo se ordena a sí mismo, que siempre se ha ordenado a sí mismo. Vayan ustedes para sus casas, que cada uno retorne a su hogar. Hoy es un día que espero inicie el camino en que todos los que están detrás de rejas por motivos ideológicos y motivos políticos, que en el más breve plazo puedan abrirse las puertas, y estar todos en libertad.
No más compañeros, comprendan que estoy, no cansado, estoy profundamente emocionado. ¡Muchas gracias, compañeros!”

Conferencia de prensa
El miércoles 21 de marzo de 1984 Seregni ofreció la primera conferencia de prensa luego de haber obtenido la libertad, ante una gran cantidad de periodistas que sólo pudieron hacer una pregunta por medio.
Seregni se refirió a la recuperación democrática, luego de más de una década de dictadura, pero expresó que lo fundamental era la “afirmación” de la democracia, que sólo sería posible con la “concertación entre las fuerza políticas y sociales que habiliten el más amplio sustento popular a las políticas que el gobierno elegido en noviembre deba llevar a cabo”.
El líder izquierdista reclamaba en ese entonces la “modernización” del país. “Uruguay debe modernizarse, no puede ser una plaza financiera. Uruguay debe modernizar su agro, adecuar la industria a sus posibilidades, integrarse fundamentalmente en el contexto latinoamericano. Y hacerlo todo ello absolutamente sobre la base de la más amplia participación de las capas populares, y sobre todo, de las masas obreras y trabajadoras, que son finalmente, quienes llevan el peso de la cosa”.
Seregni explicó que la recuperación democrática “no puede ser obra, ni de un hombre iluminado ni de un partido particular, sino de la concurrencia de todos los partidos políticos y de todas las fuerzas sociales”. De todas formas “la etapa más difícil va a ser, sin lugar a dudas, la del ejercicio real del poder, la del ejercicio de la democracia y sobrepasar la profunda crisis en que está inmerso nuestro país; y que no la resolveremos en poco tiempo”.
Además clamó por una “amnistía amplia e irrestricta” que “reconozca la liberación de los presos políticos y el retorno de los exiliados”.
“La democracia sólo es posible ejercerla en paz. Nuestro país necesita alcanzar la pacificación espiritual y social que no goza en el momento actual. Los tiempos pasados han producido un profundo trauma en nuestra sociedad, que se transforma en un orden de ‘impacificación’. Es condición previa y necesaria para alcanzar esa democracia el cimentar la paz de los espíritus, la paz nacional”, señalaba Seregni.
Consultado directamente sobre sus condiciones de reclusión, subrayó: “Toda prisión supone una lesión a los derechos humanos, cuando esa prisión es por sobre todas las cosas como en nuestro caso, injusta, los grados de presiones físicas o presiones de tipo moral que se hayan recibido son distintos. Sin embargo en mi caso aquí me ven, no quiero ni puedo decir que he sido sometido a difíciles torturas”.
Seregni también fue consultado en esa ocasión por la función que deberían tener las Fuerzas Armadas. Luego de casi una década de prisión respondió: “es una institución que trasciende a los hombres (...) tiene un importantísimo papel a jugar como escudo de sus pueblos, como custodias de la integridad, la soberanía y la independencia real de sus patrias y como elemento indispensable en íntima conmistión con los pueblos respectivos para transitar los caminos ciertos del desarrollo como un elemento al servicio del pueblo”.
En referencia a los “principios y finalidades” del Frente Amplio aseguró que sus “figuras directivas de momento son nada más que compañeros puestos en funciones de dirección, cuya tarea es interpretar y expresar los deseos de las bases. (...) para nosotros las bases del movimiento son las que deciden y los que circunstancialmente ocupan cargos de dirección son aquellos que deben encausar y darle forma a esos deseos”.
El líder frenteamplista culminó la conferencia de prensa señalando: “diez largos años de detención entero físicamente, salgo entero espiritual y moralmente, y salgo decidido a entregar hasta la última gota de mis energías en esta preciosa lucha por recuperar y vivir la democracia en nuestra patria, que ciertamente la lograremos”.

Publicado en Semanario Voces (19.03.2009)

Comentarios