“Más allá de las ideologías y por encima de las vías de lucha elegidas, Raúl Sendic se había convertido en la imagen moral de la política, paradigma de la entrega total de la existencia en torno a una idea. Todos hubieran querido ser como él, inmune a la adversidad, coherente en su práctica y modesto como dirigente y ser humano”.
Con estas palabras el periodista Carlos María Gutiérrez recordaba al histórico líder tupamaro Raúl Sendic al enterarse de su fallecimiento, el 28 de abril de 1989 en París.
El Bebe, como lo llamaban sus amigos, fue uno de los promotores fundamentales de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), en donde se transformó en poco tiempo en uno de los líderes de los peludos cañeros de Bella Unión.
Vaya entonces este homenaje al líder revolucionario y a los trabajadores de la UTAA (recién pasado el 1 de mayo) con la canción de otro grande, Alfredo Zitarrosa y su “Milonga Cañera”… aunque el tema preferido de Sendic y el último que le hubiera gustado escuchar, según sus palabras, era El Chueco Maciel, de Daniel Viglietti.
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