"Si quisiéramos hacer un escándalo para salir en los medios de comunicación, yo me quitaría esta toalla, pero nosotros pensamos que en política no todo vale", dice la candidata al Parlamento Catalán del Partido Alternativa de Govern, Montserrat Nebrera, en un spot publicitario en el que se escuchan gemidos de fondo y aparece ella cubriendo su cuerpo solo con una toalla.
La campaña de Nebrera, en las últimas elecciones parlamentarias de noviembre en Cataluña, apuntó a denunciar la espectacularización de la política en los medios de comunicación y fundamentalmente los límites, que para muchos resultan ser muy difusos, o quizás confusos, si lo definimos en términos inocentes.
El desconocimiento de los límites es una problemática que no solo afecta a España, también Uruguay la ha padecido en estos útlimos años, y no solo en los medios de comunicación, sino en el comportamiento diario de los mismos actores políticos y sociales del país.
Los límites en el sindicalismo se han visto más que superados en los últimos días, con actitudes corporativas que privilegian el beneficio económico propio y que ponen en riesgo la salud y la vida misma de la sociedad en que vivimos.
Pero no solo en el sindicalismo se ven estas actitudes, sino en la política, con dirigentes de sectores del oficialismo que buscan marcar su perfil y para ello no miden el alcance de sus palabras, sino que su único objetivo es enviar mensajes a un grupo militante para conservar o ganar una parcela de poder.
También en la oposición se descubren estas bajezas y mezquindades, con actores políticos que solo buscan alcanzar el poder sin medir consecuencias, y si para ello es necesario destruir una administración y con ello a una sociedad, lo harán si se encuentra dentro de la estrategia que los conduzca a su objetivo final: obtener el gobierno.
Quizás se pueda creer, a diferencia de lo que muestra el video de Nebrera, que al menos la vida privada aún no es terreno en el que se inmiscuyan los medios de comunicación. Claro está, si bien aún Uruguay no rompió totalmente ese último código, no olvidemos que un líder de la oposición realizó grabaciones clandestinas para salvar a un dictador de la cárcel contando con la complicidad de en un programa de televisión.
Parafraseando a Monserrat Nebrera, en la política, como en la vida de un país, no todo vale.
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