El pasado 3 de octubre Xiomara Castro de Zelaya, esposa del derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya, visitó Uruguay. En la oportunidad mantuvo reuniones con el canciller Luis Almagro, con la senadora del MPP Lucía Topolansky, con la bancada legislativa del Frente Amplio y con autoridades del Frente Amplio.
Castro destacó que el motivo de su visita fue “buscar un impulso” para que se cumpla el acuerdo de Cartagena, mecanismo a través del cual, y sumado al respaldo de los pueblos de la región, se logró el retorno del presidente Zelaya y su familia a Honduras, al igual que otros exiliados perseguidos por el golpe de Estado. El acuerdo fue impulsado mayoritariamente por el presidente venezolano Hugo Chavez y el colombiano Juan Manuel Santos.
“Uno de los puntos principales del acuerdo era instalar una oficina de relatoría de derechos humanos de Naciones Unidas, que fuera a constatar la situación” que se vive en Honduras”. Lo otro era la instalación de una comisión de seguimiento y verificación para el cumplimiento del acuerdo que fue firmado en mayo. Estamos en octubre y aún no se ha conformado la comisión”, explicó Castro.
Lamentablemente “el acuerdo no se cumple”, dice Castro, y añade que “solo existe voluntad, por eso en este momento pedimos que los países amigos comiencen a presionar para que se cumpla. Así como nos acompañaron a encontrar un mecanismo que sea solución para Honduras que hoy también ese mismo mecanismo siga buscando la paz y la reconciliación en el país”.
“En Honduras las violaciones a los derechos humanos y las persecuciones han continuado. Hay organizaciones de derechos humanos que han presentado sus propios informes y al mismo tiempo han dado recomendaciones al presidente Porfirio Lobo para que tome acciones. Se instaló una comisión de la verdad, que ya entregó un informe que habla de la preocupación que hay en Honduras, no solo de la impunidad de las personas que dieron el golpe de Estado, sino aquellas que han violado los derechos humanos, el no esclarecimiento de las muertes y asesinatos que se han dado y al mismo tiempo recomendaciones para tomar un camino de reconciliación en Honduras”, denunció Castro.
“Todavía no se ha tomado ninguna acción ante el informe. Es lamentable lo que sucede en Honduras cuando todavía no conocemos a los responsables de las violaciones. También la persecución política que se está dando en el país a militantes del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que se formó después del golpe de Estado”, añadió.
Nuevo proceso electoral
El FNRP está formado por unas 60 organizaciones sociales de campesinos, obreros, amas de casa, maestros, sectores sociales y pueblo en general. La organización surgió luego del golpe de Estado y con el paso del tiempo “se va fortaleciendo”. Esta fuerza, “de ingresar al proceso electoral, tiene muchas posibilidades de estar en los primeros lugares”, por lo que “a través de estas organizaciones, de esta alianza y con el retorno del presidente Zelaya se tomó la decisión de participar en el proceso electoral del 2012 (elecciones primarias) y 2013 (elecciones generales)”.
Si bien Zelaya no puede presentarse a los comicios porque el sistema electoral hondureño no admite la reelección “es el conductor de esta fuerza”.
Actualmente se está llevando a cabo la creación del partido político, cuyo nombre es Libre. “Somos libres y tenemos esperanza de libertad. Tenemos la plena seguridad de que vamos a obtener el triunfo (electoral)”.
Libre es un “frente pluralista, con gente de izquierda y de centro. Aquí convergen todos los sectores del país, no importa la ideología, tenemos puntos en común que nos unen, como la refundación de Honduras, lograr la transformación del país y un país justo, equitativo, con libertades, eso es lo que queremos”, subrayó Castro.
Consultada sobre la posibilidad de ser candidata presidencial respondió: “nosotros hemos recibido la solidaridad del pueblo hondureño, nos han acompañado en todo este proceso y me siento muy agradecida por su solidaridad”.
En referencia a las garantías que pueda tener el próximo proceso electoral, destacó que “la Corte es la misma que se confabuló y conspiró para el golpe de Estado; la fiscalía y el tribunal electoral, son los mismos. La estructura de la cúpula militar está posicionada con el gobierno. En este momento no existen posibilidades, pero tenemos la plena seguridad que en el momento de comenzar el proceso electoral podremos tener el acompañamiento de los países que condenaron el golpe de Estado. Estamos confiando en que nuestros países amigos sean los garantes del proceso de Honduras”.
Terrorismo de Estado
“Dieciocho periodistas, que habían abierto los canales de sus programas para que se escuche la voz del pueblo, han sido asesinados porque denunciaban lo que sucedía en el país. Más 30 campesinos también fueron asesinados. Asesinatos de maestros y maestras de la resistencia. Hay una forma de actuar, un patrón muy peligroso. El golpe de Estado debe revertirse y debe dejar una lección muy clara, especialmente para América Latina, para que nunca más vuelvan las clases militares al poder o los golpes de Estado que han traído sangre, dolor y lágrimas a los países de América Latina”, señaló Xiomara Castro.
“Los asesinados, los golpeados, los encarcelados son de nuestro lado. Somos víctimas. No creemos que la fuerza sea la solución para los conflictos de un país. La paz debe prevalecer ante todo, más allá de los conflictos. Debemos buscar a través del diálogo los puntos de encuentro para buscar acuerdos. El Estado ejerce la fuerza y persigue políticamente”, subrayó.
Castro destacó que el motivo de su visita fue “buscar un impulso” para que se cumpla el acuerdo de Cartagena, mecanismo a través del cual, y sumado al respaldo de los pueblos de la región, se logró el retorno del presidente Zelaya y su familia a Honduras, al igual que otros exiliados perseguidos por el golpe de Estado. El acuerdo fue impulsado mayoritariamente por el presidente venezolano Hugo Chavez y el colombiano Juan Manuel Santos.
“Uno de los puntos principales del acuerdo era instalar una oficina de relatoría de derechos humanos de Naciones Unidas, que fuera a constatar la situación” que se vive en Honduras”. Lo otro era la instalación de una comisión de seguimiento y verificación para el cumplimiento del acuerdo que fue firmado en mayo. Estamos en octubre y aún no se ha conformado la comisión”, explicó Castro.
Lamentablemente “el acuerdo no se cumple”, dice Castro, y añade que “solo existe voluntad, por eso en este momento pedimos que los países amigos comiencen a presionar para que se cumpla. Así como nos acompañaron a encontrar un mecanismo que sea solución para Honduras que hoy también ese mismo mecanismo siga buscando la paz y la reconciliación en el país”.
“En Honduras las violaciones a los derechos humanos y las persecuciones han continuado. Hay organizaciones de derechos humanos que han presentado sus propios informes y al mismo tiempo han dado recomendaciones al presidente Porfirio Lobo para que tome acciones. Se instaló una comisión de la verdad, que ya entregó un informe que habla de la preocupación que hay en Honduras, no solo de la impunidad de las personas que dieron el golpe de Estado, sino aquellas que han violado los derechos humanos, el no esclarecimiento de las muertes y asesinatos que se han dado y al mismo tiempo recomendaciones para tomar un camino de reconciliación en Honduras”, denunció Castro.
“Todavía no se ha tomado ninguna acción ante el informe. Es lamentable lo que sucede en Honduras cuando todavía no conocemos a los responsables de las violaciones. También la persecución política que se está dando en el país a militantes del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que se formó después del golpe de Estado”, añadió.
Nuevo proceso electoral
El FNRP está formado por unas 60 organizaciones sociales de campesinos, obreros, amas de casa, maestros, sectores sociales y pueblo en general. La organización surgió luego del golpe de Estado y con el paso del tiempo “se va fortaleciendo”. Esta fuerza, “de ingresar al proceso electoral, tiene muchas posibilidades de estar en los primeros lugares”, por lo que “a través de estas organizaciones, de esta alianza y con el retorno del presidente Zelaya se tomó la decisión de participar en el proceso electoral del 2012 (elecciones primarias) y 2013 (elecciones generales)”.
Si bien Zelaya no puede presentarse a los comicios porque el sistema electoral hondureño no admite la reelección “es el conductor de esta fuerza”.
Actualmente se está llevando a cabo la creación del partido político, cuyo nombre es Libre. “Somos libres y tenemos esperanza de libertad. Tenemos la plena seguridad de que vamos a obtener el triunfo (electoral)”.
Libre es un “frente pluralista, con gente de izquierda y de centro. Aquí convergen todos los sectores del país, no importa la ideología, tenemos puntos en común que nos unen, como la refundación de Honduras, lograr la transformación del país y un país justo, equitativo, con libertades, eso es lo que queremos”, subrayó Castro.
Consultada sobre la posibilidad de ser candidata presidencial respondió: “nosotros hemos recibido la solidaridad del pueblo hondureño, nos han acompañado en todo este proceso y me siento muy agradecida por su solidaridad”.
En referencia a las garantías que pueda tener el próximo proceso electoral, destacó que “la Corte es la misma que se confabuló y conspiró para el golpe de Estado; la fiscalía y el tribunal electoral, son los mismos. La estructura de la cúpula militar está posicionada con el gobierno. En este momento no existen posibilidades, pero tenemos la plena seguridad que en el momento de comenzar el proceso electoral podremos tener el acompañamiento de los países que condenaron el golpe de Estado. Estamos confiando en que nuestros países amigos sean los garantes del proceso de Honduras”.
Terrorismo de Estado
“Dieciocho periodistas, que habían abierto los canales de sus programas para que se escuche la voz del pueblo, han sido asesinados porque denunciaban lo que sucedía en el país. Más 30 campesinos también fueron asesinados. Asesinatos de maestros y maestras de la resistencia. Hay una forma de actuar, un patrón muy peligroso. El golpe de Estado debe revertirse y debe dejar una lección muy clara, especialmente para América Latina, para que nunca más vuelvan las clases militares al poder o los golpes de Estado que han traído sangre, dolor y lágrimas a los países de América Latina”, señaló Xiomara Castro.
“Los asesinados, los golpeados, los encarcelados son de nuestro lado. Somos víctimas. No creemos que la fuerza sea la solución para los conflictos de un país. La paz debe prevalecer ante todo, más allá de los conflictos. Debemos buscar a través del diálogo los puntos de encuentro para buscar acuerdos. El Estado ejerce la fuerza y persigue políticamente”, subrayó.
Publicado en Participando, edición de noviembre de 2011.
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