La actual administración ha concretado más de 30 mil soluciones habitacionales al 31 de diciembre de 2012, lo que implica que se cumplió con aproximadamente el 60% del objetivo trazado por el Ministerio de Vivienda, según explicó al Participando el titular de la cartera, Francisco Beltrame.
A poco más de un año de haber asumido como ministro, Beltrame realizó un balance de la gestión que se caracteriza por la continuidad que marca el Plan Quinquenal de vivienda, que brinda “diversidad de soluciones para la diversidad de situaciones de los ciudadanos” y por aprovechar los recursos que cuentan las ciudades sin extender las urbanizaciones.
En junio se cumplió un año desde que asumió como ministro de Vivienda, ¿qué balance hace de su gestión?
Más allá del año, hacemos un balance de tres años de gestión. Hay una continuidad que está marcada por una definición del Plan Quinquenal, que rescato y realzo porque tiene una particularidad grande: la diversidad de soluciones para la diversidad de situaciones de los ciudadanos.
El 2012 significó aterrizar buena parte de lo previsto del Plan Quinquenal. En vivienda se concretaron un montón de programas. El año pasado fue muy importante para llegar a cada uno de los territorios con los planes de actuación sobre el stock de vivienda existente, a través de los préstamos de refacción que realizamos en convenio con los gobiernos departamentales, donde el Ministerio transfiere los recursos para la contratación de equipos técnicos y los recursos para la ejecución de las obras, cuyo destinatario es el ciudadano que tiene en parte solucionada la vivienda pero que la misma presenta algún tipo de carencia. Son préstamos que van hasta los 80 mil pesos. Esto es muy importante para llegar a algunas localidades como Conchillas, Lacaze, barrios de Paysandú, Salto y Montevideo. También avanzamos con programas de ampliación de la vivienda.
La ventaja de estas políticas es que no implican mayores niveles de urbanización, implica consolidación. Esto es de destacar, porque muchas veces se habló de recuperar el stock existente pero no había políticas consistentes con eso, que implica aprovechar los recursos existentes y no tener que extenderse con nuevas urbanizaciones, sino aprovechar los recursos y el equipamiento social, como escuelas, policlínicas, liceos, etc.
¿Qué pasa con el sistema cooperativo?
La consolidación del sistema cooperativo como primer productor de vivienda y destinatario de los recursos del Ministerio, a través del reglamento 2008 – 2011, permite que al menos dos mil viviendas cooperativas al año estén recibiendo préstamos. El lanzamiento de los programas de autoconstrucción en terreno propio por localidades, es algo que también queremos destacar, porque rompe una forma de ejecución tradicional y abre puertas para otras soluciones, porque llegamos con asesoramiento técnico, no es solo los recursos sino con el complemento indispensable para que el aprovechamiento de los recursos económicos lleguen a un buen producto.
Otros temas a destacar son la puesta en funcionamiento de la ley de Vivienda de Interés Social con la posibilidad de que inversores construyan viviendas con determinadas características. El año pasado hubo una reafirmación de esto, recibimos más de 6 mil propuestas para realizar viviendas por esta vía, muchas de las cuales están aprobadas y en construcción.
A través de la Agencia Nacional de Vivienda se puso en funcionamiento el Fondo de Garantía de Crédito Hipotecario, que habilita a que el ahorro exigible por las instituciones bancarias a la hora de tomar préstamos ya no sea de 20% o 30% sino que puede llegar a ser el 10%. Esto implica que la familia pueda llegar antes a constituir la contraparte para acceder a la vivienda.
Junto con esto a esos inversores les hemos dicho que si tienen viviendas que se ajustan a estos valores nosotros tenemos la posibilidad de ampliar la demanda de las mismas para una población que no necesariamente tiene las condiciones de ser sujeto de crédito por el 100% del valor, por eso hemos lanzado en Maldonado, Salto y Montevideo llamados para que viviendas generadas a partir de la promoción de esta ley puedan ser complementadas con las políticas de subsidio de la cuota que desde 2008 venimos desarrollando.
También hay una serie de programas que ya se venían ejecutando previamente…
Si, hay programas que ya tenían un desarrollo y que venían con fuerte impulso: vivienda rural a través de MEVIR, Garantía de Alquileres, programas de integración de asentamientos irregulares, viviendas cooperativas, que es una de las fortalezas de nuestro país como sistema de producción de vivienda social, las viviendas para pasivos, que tuvieron un importante avance, la ampliación de los subsidios de alquiler para pasivos, los programas de viviendas rural a través de MEVIR, los créditos para refacción y compra de materiales, que es un complemento para seguir generando condiciones para que los ciudadanos tengan acceso y disfrute de lo que son las políticas públicas…
¿Cuántas soluciones habitacionales ha logrado el gobierno del Frente Amplio?
La meta planteada para este quinquenio era de 53.436 soluciones y al 31 de diciembre estamos hablando que había, entre ejecución y terminadas 32.347, casi el 60%. Estamos bien, siempre hay alguna incertidumbre sobre cómo se dispara el precio de la construcción, pero vamos a poder concretar bastante de lo que nos habíamos planteado como meta.
¿Cuál es el problema real de vivienda que tenemos en Uruguay?
No podemos vender espejitos. El tema de vivienda es multicausal: desde la resolución, desde problemas de acceso a la permanencia, también tiene que ver con los hábitos de uso. Hay instrumentos que se han creado como el subsidio a la cuota que permite generar la permanencia de la familia. Hay que generar nuevas soluciones y no descuidar el stock existente, por lo que lo que llevamos adelante es clave.
Durante muchísimos años se llevó una política de vivienda de talle único, núcleo básico de 22 m2 sin diferenciación de áreas, más allá del baño y la cocina, sin importar el tamaño de la familia. A algunos les quedaba bien, a otros grande, pero a la gran mayoría les quedaba chico. Esto lo hemos dejado de lado desde la administración anterior, se cumplió con los contratos pactados, pero no es una política de desarrollo para adelante.
Los ejes principales de nuestra política tienen que ver con la calidad en el producto, que implica las áreas y asignación de las mismas en función de la necesidad de las familias y una ubicación en la ciudad que permita el disfrute de la misma. No vamos a ir a conquistar la periferia de la ciudad para ampliar las necesidades del conjunto social, sino reforzar con políticas que permitan que el ciudadano viva en la ciudad. Ejemplos de puntos concretos que mucho tiempo fueron baldíos y hoy son realidades de este Plan Quinquenal: la calle Uruguay y Río Negro, Ejido y Maldonado, Gral. Flores y Bvar. Artigas, Monte Caseros y Centenario, Cerro Largo y Rondeau, Ferrer Serra y La Paz, se trata de generar el aprovechamiento real de la ciudad.
Esto también se reproduce en el interior del país, procuramos no generar nuevas urbanizaciones sino reafirmar lo que en el conjunto de los años la sociedad tiene. Esta es una política del Ministerio desde el 2005 hasta acá. Son políticas intencionadas, de desarrollo de las ciudades. No es extender por extender la ciudad.
¿Se continúa trabajando en la regularización de los asentamientos irregulares?
Ahí se viene con el desarrollo de los proyectos que se pueden ir concretando. Son proyectos sobre tierras que son propiedad del Estado y que admitan ser regularizables, que no sean zonas inundables o contaminadas, ya que estos casos implican programas de relocalización, que también se vienen trabajando.
El asentamiento de Isla de Gaspar, por ejemplo, son suelos contaminados y hay varios programas que se vienen ejecutando con la Intendencia de Montevideo, ya sea de vivienda nueva, para realojo o de compra de vivienda usada para algunas familias que están relocalizadas.
Con los programas de relocalización, al 31 de diciembre estamos en el 61% de la meta que nos planteamos, que era 2.516 relocalizaciones.
El subsidio de la cuota en estos casos es un elemento clave, que puede llegar incluso a ser del 100%, según la situación. Es un instrumento redistributivo, porque el Estado complementa la cuota a la necesidad que tiene la familia y no está definido por el nivel de ingreso de ella.
¿Qué objetivos tiene marcados de aquí al final del período?
Cumplir con las metas que establecimos es el compromiso y la obligación que tenemos, eso es lo primero. En segundo lugar, ir generando la gestión, aspecto que venimos desarrollando fuertemente. Hoy la llegada al Ministerio a los territorios es muy superior a la que teníamos hace ocho años y esto es apreciable en cada uno de los departamentos.
Debemos hacer una revisión de la legislación que tenemos, ambiental, territorial, toda la que nos compete en cuanto a tutela como Ministerio. Seguir generando la interinstitucionalidad que es preciso para seguir abordando los programas, porque todos los temas requieren la competencia de todos y de cada uno: de los gobiernos locales, de los distintos estamentos del Estado y las distintas políticas sectoriales.
¿Piensa continuar como ministro hasta el fin del período de gobierno o tiene previsto renunciar para hacer campaña electoral?
Hasta que el Presidente Mujica me diga basta seguiré trabajando. Tomé hace un año esta función y hay mucho todavía para concretar, los tiempos de conocimiento cabal, de profundización requieren un tiempo de maduración.
A poco más de un año de haber asumido como ministro, Beltrame realizó un balance de la gestión que se caracteriza por la continuidad que marca el Plan Quinquenal de vivienda, que brinda “diversidad de soluciones para la diversidad de situaciones de los ciudadanos” y por aprovechar los recursos que cuentan las ciudades sin extender las urbanizaciones.
En junio se cumplió un año desde que asumió como ministro de Vivienda, ¿qué balance hace de su gestión?
Más allá del año, hacemos un balance de tres años de gestión. Hay una continuidad que está marcada por una definición del Plan Quinquenal, que rescato y realzo porque tiene una particularidad grande: la diversidad de soluciones para la diversidad de situaciones de los ciudadanos.
El 2012 significó aterrizar buena parte de lo previsto del Plan Quinquenal. En vivienda se concretaron un montón de programas. El año pasado fue muy importante para llegar a cada uno de los territorios con los planes de actuación sobre el stock de vivienda existente, a través de los préstamos de refacción que realizamos en convenio con los gobiernos departamentales, donde el Ministerio transfiere los recursos para la contratación de equipos técnicos y los recursos para la ejecución de las obras, cuyo destinatario es el ciudadano que tiene en parte solucionada la vivienda pero que la misma presenta algún tipo de carencia. Son préstamos que van hasta los 80 mil pesos. Esto es muy importante para llegar a algunas localidades como Conchillas, Lacaze, barrios de Paysandú, Salto y Montevideo. También avanzamos con programas de ampliación de la vivienda.
La ventaja de estas políticas es que no implican mayores niveles de urbanización, implica consolidación. Esto es de destacar, porque muchas veces se habló de recuperar el stock existente pero no había políticas consistentes con eso, que implica aprovechar los recursos existentes y no tener que extenderse con nuevas urbanizaciones, sino aprovechar los recursos y el equipamiento social, como escuelas, policlínicas, liceos, etc.
¿Qué pasa con el sistema cooperativo?
La consolidación del sistema cooperativo como primer productor de vivienda y destinatario de los recursos del Ministerio, a través del reglamento 2008 – 2011, permite que al menos dos mil viviendas cooperativas al año estén recibiendo préstamos. El lanzamiento de los programas de autoconstrucción en terreno propio por localidades, es algo que también queremos destacar, porque rompe una forma de ejecución tradicional y abre puertas para otras soluciones, porque llegamos con asesoramiento técnico, no es solo los recursos sino con el complemento indispensable para que el aprovechamiento de los recursos económicos lleguen a un buen producto.
Otros temas a destacar son la puesta en funcionamiento de la ley de Vivienda de Interés Social con la posibilidad de que inversores construyan viviendas con determinadas características. El año pasado hubo una reafirmación de esto, recibimos más de 6 mil propuestas para realizar viviendas por esta vía, muchas de las cuales están aprobadas y en construcción.
A través de la Agencia Nacional de Vivienda se puso en funcionamiento el Fondo de Garantía de Crédito Hipotecario, que habilita a que el ahorro exigible por las instituciones bancarias a la hora de tomar préstamos ya no sea de 20% o 30% sino que puede llegar a ser el 10%. Esto implica que la familia pueda llegar antes a constituir la contraparte para acceder a la vivienda.
Junto con esto a esos inversores les hemos dicho que si tienen viviendas que se ajustan a estos valores nosotros tenemos la posibilidad de ampliar la demanda de las mismas para una población que no necesariamente tiene las condiciones de ser sujeto de crédito por el 100% del valor, por eso hemos lanzado en Maldonado, Salto y Montevideo llamados para que viviendas generadas a partir de la promoción de esta ley puedan ser complementadas con las políticas de subsidio de la cuota que desde 2008 venimos desarrollando.
También hay una serie de programas que ya se venían ejecutando previamente…
Si, hay programas que ya tenían un desarrollo y que venían con fuerte impulso: vivienda rural a través de MEVIR, Garantía de Alquileres, programas de integración de asentamientos irregulares, viviendas cooperativas, que es una de las fortalezas de nuestro país como sistema de producción de vivienda social, las viviendas para pasivos, que tuvieron un importante avance, la ampliación de los subsidios de alquiler para pasivos, los programas de viviendas rural a través de MEVIR, los créditos para refacción y compra de materiales, que es un complemento para seguir generando condiciones para que los ciudadanos tengan acceso y disfrute de lo que son las políticas públicas…
¿Cuántas soluciones habitacionales ha logrado el gobierno del Frente Amplio?
La meta planteada para este quinquenio era de 53.436 soluciones y al 31 de diciembre estamos hablando que había, entre ejecución y terminadas 32.347, casi el 60%. Estamos bien, siempre hay alguna incertidumbre sobre cómo se dispara el precio de la construcción, pero vamos a poder concretar bastante de lo que nos habíamos planteado como meta.
¿Cuál es el problema real de vivienda que tenemos en Uruguay?
No podemos vender espejitos. El tema de vivienda es multicausal: desde la resolución, desde problemas de acceso a la permanencia, también tiene que ver con los hábitos de uso. Hay instrumentos que se han creado como el subsidio a la cuota que permite generar la permanencia de la familia. Hay que generar nuevas soluciones y no descuidar el stock existente, por lo que lo que llevamos adelante es clave.
Durante muchísimos años se llevó una política de vivienda de talle único, núcleo básico de 22 m2 sin diferenciación de áreas, más allá del baño y la cocina, sin importar el tamaño de la familia. A algunos les quedaba bien, a otros grande, pero a la gran mayoría les quedaba chico. Esto lo hemos dejado de lado desde la administración anterior, se cumplió con los contratos pactados, pero no es una política de desarrollo para adelante.
Los ejes principales de nuestra política tienen que ver con la calidad en el producto, que implica las áreas y asignación de las mismas en función de la necesidad de las familias y una ubicación en la ciudad que permita el disfrute de la misma. No vamos a ir a conquistar la periferia de la ciudad para ampliar las necesidades del conjunto social, sino reforzar con políticas que permitan que el ciudadano viva en la ciudad. Ejemplos de puntos concretos que mucho tiempo fueron baldíos y hoy son realidades de este Plan Quinquenal: la calle Uruguay y Río Negro, Ejido y Maldonado, Gral. Flores y Bvar. Artigas, Monte Caseros y Centenario, Cerro Largo y Rondeau, Ferrer Serra y La Paz, se trata de generar el aprovechamiento real de la ciudad.
Esto también se reproduce en el interior del país, procuramos no generar nuevas urbanizaciones sino reafirmar lo que en el conjunto de los años la sociedad tiene. Esta es una política del Ministerio desde el 2005 hasta acá. Son políticas intencionadas, de desarrollo de las ciudades. No es extender por extender la ciudad.
¿Se continúa trabajando en la regularización de los asentamientos irregulares?
Ahí se viene con el desarrollo de los proyectos que se pueden ir concretando. Son proyectos sobre tierras que son propiedad del Estado y que admitan ser regularizables, que no sean zonas inundables o contaminadas, ya que estos casos implican programas de relocalización, que también se vienen trabajando.
El asentamiento de Isla de Gaspar, por ejemplo, son suelos contaminados y hay varios programas que se vienen ejecutando con la Intendencia de Montevideo, ya sea de vivienda nueva, para realojo o de compra de vivienda usada para algunas familias que están relocalizadas.
Con los programas de relocalización, al 31 de diciembre estamos en el 61% de la meta que nos planteamos, que era 2.516 relocalizaciones.
El subsidio de la cuota en estos casos es un elemento clave, que puede llegar incluso a ser del 100%, según la situación. Es un instrumento redistributivo, porque el Estado complementa la cuota a la necesidad que tiene la familia y no está definido por el nivel de ingreso de ella.
¿Qué objetivos tiene marcados de aquí al final del período?
Cumplir con las metas que establecimos es el compromiso y la obligación que tenemos, eso es lo primero. En segundo lugar, ir generando la gestión, aspecto que venimos desarrollando fuertemente. Hoy la llegada al Ministerio a los territorios es muy superior a la que teníamos hace ocho años y esto es apreciable en cada uno de los departamentos.
Debemos hacer una revisión de la legislación que tenemos, ambiental, territorial, toda la que nos compete en cuanto a tutela como Ministerio. Seguir generando la interinstitucionalidad que es preciso para seguir abordando los programas, porque todos los temas requieren la competencia de todos y de cada uno: de los gobiernos locales, de los distintos estamentos del Estado y las distintas políticas sectoriales.
¿Piensa continuar como ministro hasta el fin del período de gobierno o tiene previsto renunciar para hacer campaña electoral?
Hasta que el Presidente Mujica me diga basta seguiré trabajando. Tomé hace un año esta función y hay mucho todavía para concretar, los tiempos de conocimiento cabal, de profundización requieren un tiempo de maduración.
Publicado en Participando, edición de agosto de 2013
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