Michel es un hombre de pocas palabras, de movimientos lentos pero seguros. Es jubilado y vive junto a su esposa en el Franco Condado, en la campiña francesa. Con solo mirarlo alcanza para darse cuenta de que es un viejo militante político y que ha pasado por varias batallas. Si le preguntamos reconocerá que cuando era un asalariado dedicaba gran parte de su vida al sindicalismo, también dirá que fue comunista y que desde hace un tiempo se encuentra en las filas de Jean-Luc Mélenchon, primero en el Front de Gauche y actualmente en la France Insoumise.
A primera hora de la mañana, luego de un baño reparador y espantasueño, desayuno solo. Michel ya ha desayunado y ha tenido tiempo de leer las noticias y escuchar la radio. Esta situación se irá repitiendo día a día, al punto que empiezo a sospechar que Michel no duerme en ningún momento.
El hombre me observa, habla lo imprescindible y aguarda a que culmine con mi alimento matinal. Luego me invita a que lo acompañe hasta el local de la Francia Insumisa, en donde recogerá los materiales necesarios para su jornada militante: volantes, afiches y pegamento.
Michel también es habitualmente el primero en llegar al local insumiso de Besançon, ubicado en el barrio “popular” de Planoise, un sitio en donde residen la mayoría de los asilados políticos de la región, junto con muchísimos extranjeros, fundamentalmente de África, Turquía, Asia y Europa del Este.
Compra el diario (L’Est Republicain –de derecha, pero el que posee mayor cantidad de información–), toma una copa de vino rosado, carga su camioneta y parte rumbo a los pueblos que circundan la ciudad de Besançon.
En unas cuantas horas de recorrido por las pequeñas poblaciones, en donde abunda el follaje y casas centenarias, comienzan a hacerse notorias algunas diferencias entre los militantes de base latinoamericanos y los de esta región de Francia.
- Solo debe dejarse el tract (volante para los franceses) en las viviendas que tengan buzonera, nunca se deben pasar por debajo de la puerta de la casa. Y que sea un solo tract porque la gente no va a leer dos –explica el veterano militante algo que resulta bastante obvio pero no siempre se efectúa.
Michel aprovecha a dar el tract en la mano de las personas en cada oportunidad que tiene. A continuación pregunta si es votante del movimiento político de Jean-Luc Mélenchon y si conoce el programa de gobierno de la Francia Insumisa: L’avenir en commún.
- Lo importante es el programa, no las personas, porque si un día no tenemos líder tenemos que seguir militando por las ideas, destaca.
Es muy importante, para el militante aprovechar cada oportunidad para conversar con la ciudadanía, porque es el momento en que puede lograr intercambiar ideas, porque puede revertir un voto o porque puede llegar a convencer a un abstencionista a que se haga presente en las urnas.
Otra diferencia que me enseña Michel está vinculada a los afiches.
- Los afiches no se pegan en cualquier lugar, porque tenemos que contemplar el cuidado de la ciudad. Tenemos dos tipos de afiches: uno oficial (en donde vemos la imagen de Mélenchon y la del candidato titular y suplente a la diputación) y uno extraoficial (en donde está la imagen solo de los candidatos).
Más adelante descubriré que el afiche oficial se instala en un panel en donde tiene su espacio reservado para cada partido político.
- Nuestro lugar es el once, dice Michel e imagino que quizás cree que soy cabalista, pero de inmediato descarto la idea.
En los pueblos circundantes a Besançon también existen paneles que no están destinados a la política, en donde pueden verse promociones de zumba, de casas de comidas e incluso clases de apoyo para estudiantes. En esos espacios pueden pegarse solo los afiches extraoficiales de los partidos y así lo hacen.
En una semana aproximadamente Michel recorre todos los pueblos circundantes a Besançon, entrega algunos miles de tracts, pega decenas de afiches y conversa con muchas personas, que generalmente muestran una respetuosa recepción, lo que no significa que estén interesados y mucho menos que vayan a votar por los candidatos a diputados de la Francia Insumisa.
Resultados
Nada nos asegura que vayamos a ganar una elección. Ninguna campaña electoral, por más buena que sea es garantía de triunfo, existen una multiplicidad de factores que juegan y mucho a la hora del resultado final.
Para conseguir los objetivos la labor militante es fundamental, resulta difícil de creer que sin los militantes pueda ganarse una elección, por no decir que es casi imposible. Esto sucede en América Latina, en Francia y en el mundo entero.
Los candidatos insumisos de Besançón no alcanzaron la segunda vuelta, aunque era un resultado que algunos podían prever desde antes del comienzo de la campaña, debido a que los candidatos del presidente Emmanuel Macron eran los favoritos y a lo que debía sumarse una candidata socialista con mucha experiencia y buena aprobación ciudadana.
Michel, un hombre nacido en el Franco Condado, cuna de maquís, sabe que algo falló y así lo hace saber.
- Si tenemos un batallón de infantería que ingresa al campo de batalla, antes de que eso acontezca debe atacar la aviación, porque sino el enemigo nos puede barrer, afirma.
Michel tiene razón. Los militantes están en el terreno y deben hacer el trabajo duro, pero es necesario que antes de salir a la batalla nuestro mensaje llegue a la ciudadanía a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, ese es el bombardeo que requería nuestro viejo militante.
Finalmente, y luego del revés electoral, quizá producto de unas tantas batallas perdidas, Michel da una nueva lección a los militantes. Presenta una serie de apuntes con lineamientos de trabajo futuro.
- No hay tiempo que perder, la campaña es permanente, dice sonriendo el viejo militante insumiso.
Publicado en semanario Voces. Edición del 29 de junio de 2017.
A primera hora de la mañana, luego de un baño reparador y espantasueño, desayuno solo. Michel ya ha desayunado y ha tenido tiempo de leer las noticias y escuchar la radio. Esta situación se irá repitiendo día a día, al punto que empiezo a sospechar que Michel no duerme en ningún momento.
El hombre me observa, habla lo imprescindible y aguarda a que culmine con mi alimento matinal. Luego me invita a que lo acompañe hasta el local de la Francia Insumisa, en donde recogerá los materiales necesarios para su jornada militante: volantes, afiches y pegamento.
Michel también es habitualmente el primero en llegar al local insumiso de Besançon, ubicado en el barrio “popular” de Planoise, un sitio en donde residen la mayoría de los asilados políticos de la región, junto con muchísimos extranjeros, fundamentalmente de África, Turquía, Asia y Europa del Este.
Compra el diario (L’Est Republicain –de derecha, pero el que posee mayor cantidad de información–), toma una copa de vino rosado, carga su camioneta y parte rumbo a los pueblos que circundan la ciudad de Besançon.
En unas cuantas horas de recorrido por las pequeñas poblaciones, en donde abunda el follaje y casas centenarias, comienzan a hacerse notorias algunas diferencias entre los militantes de base latinoamericanos y los de esta región de Francia.
- Solo debe dejarse el tract (volante para los franceses) en las viviendas que tengan buzonera, nunca se deben pasar por debajo de la puerta de la casa. Y que sea un solo tract porque la gente no va a leer dos –explica el veterano militante algo que resulta bastante obvio pero no siempre se efectúa.
Michel aprovecha a dar el tract en la mano de las personas en cada oportunidad que tiene. A continuación pregunta si es votante del movimiento político de Jean-Luc Mélenchon y si conoce el programa de gobierno de la Francia Insumisa: L’avenir en commún.
- Lo importante es el programa, no las personas, porque si un día no tenemos líder tenemos que seguir militando por las ideas, destaca.
Es muy importante, para el militante aprovechar cada oportunidad para conversar con la ciudadanía, porque es el momento en que puede lograr intercambiar ideas, porque puede revertir un voto o porque puede llegar a convencer a un abstencionista a que se haga presente en las urnas.
Otra diferencia que me enseña Michel está vinculada a los afiches.
- Los afiches no se pegan en cualquier lugar, porque tenemos que contemplar el cuidado de la ciudad. Tenemos dos tipos de afiches: uno oficial (en donde vemos la imagen de Mélenchon y la del candidato titular y suplente a la diputación) y uno extraoficial (en donde está la imagen solo de los candidatos).
Más adelante descubriré que el afiche oficial se instala en un panel en donde tiene su espacio reservado para cada partido político.
- Nuestro lugar es el once, dice Michel e imagino que quizás cree que soy cabalista, pero de inmediato descarto la idea.
En los pueblos circundantes a Besançon también existen paneles que no están destinados a la política, en donde pueden verse promociones de zumba, de casas de comidas e incluso clases de apoyo para estudiantes. En esos espacios pueden pegarse solo los afiches extraoficiales de los partidos y así lo hacen.
En una semana aproximadamente Michel recorre todos los pueblos circundantes a Besançon, entrega algunos miles de tracts, pega decenas de afiches y conversa con muchas personas, que generalmente muestran una respetuosa recepción, lo que no significa que estén interesados y mucho menos que vayan a votar por los candidatos a diputados de la Francia Insumisa.
Resultados
Nada nos asegura que vayamos a ganar una elección. Ninguna campaña electoral, por más buena que sea es garantía de triunfo, existen una multiplicidad de factores que juegan y mucho a la hora del resultado final.
Para conseguir los objetivos la labor militante es fundamental, resulta difícil de creer que sin los militantes pueda ganarse una elección, por no decir que es casi imposible. Esto sucede en América Latina, en Francia y en el mundo entero.
Los candidatos insumisos de Besançón no alcanzaron la segunda vuelta, aunque era un resultado que algunos podían prever desde antes del comienzo de la campaña, debido a que los candidatos del presidente Emmanuel Macron eran los favoritos y a lo que debía sumarse una candidata socialista con mucha experiencia y buena aprobación ciudadana.
Michel, un hombre nacido en el Franco Condado, cuna de maquís, sabe que algo falló y así lo hace saber.
- Si tenemos un batallón de infantería que ingresa al campo de batalla, antes de que eso acontezca debe atacar la aviación, porque sino el enemigo nos puede barrer, afirma.
Michel tiene razón. Los militantes están en el terreno y deben hacer el trabajo duro, pero es necesario que antes de salir a la batalla nuestro mensaje llegue a la ciudadanía a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, ese es el bombardeo que requería nuestro viejo militante.
Finalmente, y luego del revés electoral, quizá producto de unas tantas batallas perdidas, Michel da una nueva lección a los militantes. Presenta una serie de apuntes con lineamientos de trabajo futuro.
- No hay tiempo que perder, la campaña es permanente, dice sonriendo el viejo militante insumiso.
Publicado en semanario Voces. Edición del 29 de junio de 2017.
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