“Hay que remozar todo”

La participación política ha descendido continuamente desde el advenimiento de la democracia hasta nuestros días. La senadora Constanza Moreira, luego de analizar la problemática que aqueja al Frente Amplio en la materia, aseguró que en muchos aspectos “falta autocrítica objetiva” e instó a hacer una “revisión” de los últimos acontecimientos, que no debe quedar “en mano de los aparatos”.
Además, llamó a “revitalizar la política de base”, al tiempo que propuso mayor rotación en los puestos parlamentarios, ejecutivos y de la estructura del aparato, así como invertir en cargos en el partido.

¿Existe una crisis de participación en la política?

A la salida de la dictadura hubo un gran pico de participación, no tenemos medido lo que sucedió antes, posiblemente desde mediados de 1960 hasta 1971 hayamos tenido uno de los picos de mayor participación, pero no lo tenemos medido.
Se dio un boom de participación desde la salida de la dictadura con la aparición de movimientos sociales. Esa participación social, con la excepción del PIT CNT y la ACEP FEUU, luego se ve reemplazada por la centralidad de los partidos políticos. Hay mucho desinflamiento del movimiento social en el período 1985 - 1989. Luego las encuestas demuestran que el interés y el involucramiento político van descendiendo desde los ‘90 hasta hoy. Ese es un fenómeno general.

¿Cómo repercute esta situación en el Frente Amplio?

La izquierda tiene más participación política que los partidos tradicionales, pero igual los datos son bajos, menores al 15% de la población. En la izquierda, los que declaran participar políticamente son los hombres y los más viejos. Los jóvenes y las mujeres declaran participar, en mayor medida, en organizaciones sociales y culturales.
Eso no está bien ni mal, lo importante es que la gente participe. Los uruguayos son muy participativos, nuestras tasas de participación son muy altas comparadas con América Latina.
El problema es que estamos teniendo un proceso restrictivo de la participación de los jóvenes y mujeres en las filas del Frente Amplio (FA). De alguna manera se evidencia esto en la composición de los comité de base, que obedece a que están siendo sostenidos por la generación del ‘71.
La gente critica los comité de base, yo creo que son heroicos, resisten, discuten de política, hasta las 12 de la noche, con frío, viento y lluvia, son maravillosos.
La cultura del comité de base no se ha visto reproducida.
Al no haber una cultura de reproducción del comité de base como el lugar en donde pasan cosas importantes, se debate o se decide algo, van quedando sin funciones y sin contenido. A esto se suma que cuando el FA llega el gobierno ¿qué hacen? ¿van a discutir políticas de gobierno? ¿proyectos de izquierda? Porque antes funcionaban como base de resistencia cultural a gobiernos blancos y colorados.
Hay una suerte de anomia de comité de base, no está clara su función ni su lugar. Ya es difícil sostener un comité de base sobre la base de la resistencia, imaginate si no tienen contenido.
Además hay una participación política cada vez más creciente en los sectores. En el FA no hay un lugar en donde canalizar la participación política que no sea en los sectores o en las organizaciones de base. No hay otros instrumentos o instituciones para canalizar la militancia del frenteamplismo.

Antes la participación también se daba debido a la necesidad de los ciudadanos de estar informados del acontecer político, situación que hoy, en gran medida, se ve satisfecha por la información que brindan los medios de comunicación. ¿Cómo juega este fenómeno en la crisis de participación?

La aparición de los medios masivos de comunicación en la política en Uruguay y en el mundo es importante. En Uruguay aún se da mucho el cara a cara. Los medios, a nivel de la militancia, líderes y opinión pública en general, han ayudado a construir la agenda de lo que se debate. Marcan la agenda, construyen los temas sobre los que debatir. Esa agenda le ha sido sustraída a los partidos, que generan una situación de espectador ante el espectáculo que se presenta.

¿Existe incapacidad del sistema político para marcar la agenda mediática?

Si. Los medios marcan los temas y el ritmo. Hay debilidad de los partidos políticos para imponer los temas o para determinar la intensidad de su tratamiento. El tema de la seguridad es un ejemplo claro de como los medios condicionan la opinión pública. En Río de Janeiro, que tiene mucha violencia, no es lo primero que pasan los informativos. La forma en que acá la televisión pauta los primeros minutos del informativo central con la crónica roja, condiciona mucho la sensación de inseguridad que siente la gente y luego recogen las encuestas. Se construye agenda por el tema y por la intensidad del tema.
También los políticos se contestan a través de los medios. Eso tenemos que trabajarlo y regularlo. Una vez salió que (el senador Eleuterio Fernández) Huidobro dijo que yo quería disolver las FFAA, yo me río, nadie puede decir eso, después me llamó y me dijo que él nunca había dicho eso. Yo no contesto, pero agarran a otro enojado y responde y todo termina en una calesita sobre cosas que no están fundadas.
Los que estamos en política estamos bombardeados por los medios, yo a veces me paso todo el día acá discutiendo temas y cuando veo el informativo parece que el mundo fuera otro, parece que hablaran de otras cosas.
No voy a decir que los medios sean conspirativos, que con una maniobra maléfica quieren estupidizar a la gente. Los medios quieren vender y los periodistas y los políticos quieren ser conocidos. Está la política espectáculo en la cual todos quieren aparecer. El resultado de todo eso es negativo para la democracia. La gente ha perdido capacidad de reflexionar críticamente con los otros sobre las cosas que pasan y eso era lo que tenían los comité de base, lo que tienen los partidos, lo que tiene la militancia y la participación. Hoy se habla con los otros, pero sobre lo que te dijo la pantalla de televisión.

¿Hay un antídoto para esta problemática?

Un antídoto natural es que la mayoría de la gente interactúa con otra gente, se habla de política. La izquierda y el FA, deberían ir a organizarse a donde la gente está junta. En vez de decirles que vengan a militar hay que ir a donde ya están. Ir a la Universidad, al trabajo.

¿Cómo lo hacés?

En Ciencias Económicas hicieron un comité de base adentro de la facultad. Aparte de los sindicatos, por ejemplo, los trabajadores del FA de Antel podrían juntarse para discutir sobre política de telecomunicaciones y el Frente debería respaldarlos.
Tenés la estructura de los comité de base, pero también podés hacer asambleas zonales para discutir el problema de la pasta base.
Ir como FA a discutir de las cosas en donde las cosas pasan sin que tenga que ir la gente a tus formas institucionales.
También debería haber otras formas en donde la gente se organice y haga política, construya y debata.
No sé como se hace, pero es la idea de cómo revitalizar la política de base, porque la de las cúpulas ya está, más ahora que estás en el gobierno, en el Parlamento, municipios, etc. Hay problemas arriba también, pero el problema es como revitalizar la política de base, que los vecinos se informen y no solo ante las pantallas de televisión.

¿Qué evaluación hacés de la participación política a través de las redes?

Muchos de ellos tienen una enorme experiencia política por haber participado en otros partidos, se aburrieron y se organizaron de otra manera. Sus formatos son distintos. Es gente que quiere militar pero no en las estructuras institucionales del FA. Al Frente le cuesta mucho entender ese tipo de participación, porque es un partido que requiere organización y militancia. Entonces se los mira desconfiados, hay una cierta incomprensión, porque sí se construyen cosas con redes temáticas, con gente que se junta por determinadas preferencias. La organización no sustituye a estas otras modalidades.
Mucha de esa gente está como descreída del FA, pero son de izquierda, consideran que los formatos están anquilosados, son rígidos, no sirven para nada. No hemos encontrado una forma para que esta gente participe.
Las redes recogieron una nueva forma de organizarse. Los comité de base no tienen ni computadora, yo no recibo ni un mail del comité.
Las redes muestran la forma de interactuar que nos da la revolución de la información y comunicación. El FA está muy mal adecuado en esto. Hay una subcultura que no consigue entender ni dialogar, sobre todo entre los más viejos y los jóvenes.
Las redes expresan la disconformidad con el FA como aparato y partido, otra parte disconforme no está en las redes ni en nada, son ciudadanos de a pie.

El FA no se adapta a las nuevas tecnologías y además cuenta con problemas en los comité de base que están casi vacíos. ¿Qué hay que hacer entonces con la estructura del FA?

No sé si es un problema de la estructura. El FA siempre fue muy exigente para respetar la incorporación de grupos. Yo tendría una estructura flexible, para que entrara gente, como la que tiene la 609, que tiene un nivel de apertura grande. Muchos de los grupos que se forman es para participar en una lista electoral, deberíamos tener una reflexión sobre eso. Pueden haber muchos grupos, pero no todos pueden tener un cargo en el gobierno. Hay que separar partido de gobierno. Hacer política no es tener un cargo en el gobierno, si nos transformamos en eso desaparecemos como partido.
Una medida simple que puede dar resultado es que la gente que estuvo en la dirección cinco años no puede repetir.

¿A qué cargos te referís?

A todos: Mesa Política, coordinadoras, a todo eso... son siempre los mismos. Alguna gente tiene que permanecer para seguir dando continuidad y sentido, pero luego renovar todo. Debería ser renovada la propia estructura de los cargos de aparato, hay que remozar todo. Se transforman en burócratas. El funcionariado del FA por ejemplo, hay gente que está hace 20 años. Eso se tiene que cambiar sin alterar la vida de la gente que vive de eso. Hay que moverlo todo.
Tendríamos que tener una rotación más alta de la que tenemos en los cargos en el Parlamento y en el Ejecutivo. Hay gente valiosa que hay que buscarle un lugar en el partido, no en el gobierno. Hay que invertir en cargos en el partido, remunerados, partidos políticos profesionales.
El FA tiene el reflejo de decir que hicimos las cosas bien, nos salen mal porque salen mal, en vez de pensar seriamente qué anduvo mal sin entrar en una carnicería. Cómo hacemos para ver en qué nos equivocamos sin echarnos la culpa los unos a los otros. Nos falta la autocrítica objetiva, no carnicera.
La revisión del FA no puede quedar en mano de los aparatos del FA. No puedo examinarme a mi mismo, consultar al aparato y hacer yo una síntesis, seguimos en lo mismo.

¿Cómo se debe hacer entonces?

Yo he mandado muchas cartas al FA pidiendo que se pongan un 0800 y una página para saber qué pasó con el voto en blanco, por ejemplo.
Ahora se están reuniendo documentos para hacer la síntesis, ¿se están tomando en cuenta todos los insumos? Yo he ido a varias reuniones y nunca vi que se grabaran o filmaran, para que puedas ver si estás en Cardona lo que se discutió en el comité de base de Bella Unión. No sé si la gente escuchó lo que otros dijeron. Si las dirigencias van a sintetizar lo que la gente dijo vamos a estar en lo mismo. No por mala intención, sino porque cuando vos estás metido en una cosa no ves lo que pasa en otra. El poder político opera como un muro, aísla.

¿Crees que al actor político uruguayo le falta el mano a mano con la gente?

Completamente. Por eso soy partidaria de la rotación de los cargos. Pienso en el Pepe, menos mal que está en la chacra, porque si estás en Suárez y vas al edificio de Presidencia todos los días y los fines de semana te vas para Anchorena ¿qué viste de la gente? solo la que pasó por tu escritorio.
Perdés el contacto, estás todo el tiempo adentro del mundo que hacen lo mismo que vos, el de los políticos. Ahí los medios juegan un papel. Como la política aísla mucho, se va profesionalizando y no tiene tanto contacto con sindicalistas y organizaciones, aunque la izquierda no tanto, ¿qué sensibilidad vas a tener para lo que pasa del otro lado del muro de la política?
No son malas intenciones, hay que hacer cosas para acercar lo social con lo político. Los partidos tradicionales lo tienen muy separado, pero el FA tenía eso muy unido. Aún queda el vínculo fuerte entre el sindicalismo y el FA, pero ya hay zonas en donde la brecha comienza a notarse.

Hablás de la necesidad de la rotación en los cargos. En el caso del FA se dio un vaciamiento del partido político cuando asume el gobierno nacional, rotó la gente, pero en cambio se dice que la fuerza política hoy ya no elabora tanto como antes, se habla de crisis en su estructura, se la percibe más lejos de la gente...

Ya no elabora. ¿Por qué no se revitalizan las comisiones programáticas? Si llamás a la gente de izquierda a discutir determinados temas, va. No puede ser que las comisiones programáticas estén en manos de los que estamos haciendo política. Tienen que ser otros, ver la discusión de la gente sobre estos temas. Eso hay que revitalizarlo todo. No todo con gente del FA, sino con gente de izquierda. Tenés que tener disposición a tener un FA que discuta y se pelee con el gobierno, después el gobierno hará lo que tiene que hacer.
En el período pasado hubo mucho miedo de que el FA se desbandara y no acompañara al gobierno y que la cultura de oposición no se tradujera en cultura de gobierno. En este segundo gobierno, más con Mujica que permite que todos hablen y den su opinión, vamos a revitalizar las comisiones de programa.
Yo revitalizaría al FA separándolo del gobierno, dándole participación a otra gente.
Es como la presidencia del FA, ¿por qué no se resuelve, qué van a hacer cuando se vaya (Jorge) Brovetto?

Tu propusiste a Margarita Percovich como presidenta, ¿por qué?

Yo elegiría a alguien como Margarita. No quiero un hombre mayor de 60 años. Me gustaría una mujer o un joven. Margarita es vieja, pero es una mujer, nadie le va a tener desconfianza de que vaya a usar la plataforma para terminar como candidata a presidente en el 2014. Alguien que respete a los comité de base, que mas o menos sea adecuado para sus pares y tenga legitimidad por su honestidad política y moral.
Yo quiero a alguien como Margarita, pero que presenten otras propuestas.

Tu nombre estuvo propuesto anteriormente para ser presidenta del FA. ¿Aceptarías el cargo hoy?

No. No puede ser alguien del gobierno, yo soy parte del gobierno. Tiene que ser de afuera. Tenemos que usar el FA para reproducir izquierda fuera del gobierno. Los del gobierno ya están con mucho trabajo. Un presidente del FA que esté con el gobierno va a estar comprometido, no va a criticarlo, tiene que ser alguien con independencia y lealtad de izquierda.

Publicado en Participando, edición de setiembre de 2010.

Comentarios