Rumbo al país de primera

Al cumplirse un año del gobierno del Frente Amplio, el presidente José Mujica aseguró que realizará "una rebaja del IVA muy grande" para los sectores más carenciados, mientras que anunció que la rendición de cuentas contará con "crecientes recursos" destinados a la educación, focalizados en la capacitación de "ese conjunto de gente que ni estudia ni trabaja".

El mandatario se mostró proclive a "afinar" la Ley de Inversiones, ya que llegó el momento de "elegir" los emprendimientos que "nos traigan mejores salarios" y "calificación" para los trabajadores. El jefe de Estado también se refirió al camino para acceder al país de primera y a su lucha por la unidad nacional.

¿Cuáles son los aspectos que considera centrales de este primer año de gobierno?

El primer año de un gobierno tiene un nudo central, que es el trazado del Presupuesto, que pretende resumir en números los recursos económicos que se van a volcar a lo largo de cinco años. El Presupuesto tiende a reflejar las limitaciones y también lo que se piensa. Desde ese punto de vista, no quisimos renunciar a la perspectiva de que el país, por todos los medios, siguiera creciendo, partiendo de la base que crecimiento no es lo mismo que desarrollo, pero no existe desarrollo sin crecimiento.
Respecto al desarrollo, ha habido una paralización durante 40 o 50 años, con un crecimiento esmirriado. Si bien crecimiento no es equivalente a desarrollo, no se puede tratar la cuestión del crecimiento de la economía con la irresponsabilidad baladí con que los uruguayos la hemos tratado. Aunque hay que reconocer que se puede crecer mucho y no desarrollarse.
No quisimos renunciar al crecimiento y tratamos de mantener el gasto sin dejar por el camino lo que se había hecho, fundamentalmente podernos insertar más en muchas partes que habíamos quedado en el papel pero aún estábamos débiles, una de ellas es la Reforma de la Salud.
También el gasto en la enseñanza. Tenemos como visión volcar en la Rendición de Cuentas crecientes recursos allí, pero tenemos ingentes dudas que vamos a ir cerrando de cómo la vamos a poner. La educación va a ser la prioridad.

¿Hacia dónde se va a enfocar ese dinero de la educación?

Fundamentalmente a la capacitación de ese conjunto de gente que ni estudia ni trabaja, que por alguna razón no la podemos encuadrar en la educación tradicional. Ahí hay que dar una batalla porque hay un capital joven muy importante que no podemos dejar y no podemos pedirle al resto de la enseñanza, con todos los problemas que tiene que se haga cargo de eso. Tenemos que inventar algo.

¿Algo como qué?

Algo que pueda contribuir a dar una capacitación que sirva para ganarse la vida por un lado... y la informática, que es intransferible, porque con esto se abre la puerta para que no terminen estancandos, si se logran despertar. Más allá de las recetas tenemos que ayudar a que la gente aprenda a pensar, a autogestionarse el conocimiento y buscarlo. Hoy vivimos un tiempo que sería ideal para los autodidactas.

¿Por qué dice "sería"?

Porque está la inteligencia, toda la información amontonada, pero faltan otras cosas: motivaciones para buscarla. Le atribuimos a la enseñanza problemas que no son de la enseñanza, que vienen desde atrás, que son de la sociedad, del impacto en la conformación del pensamiento y la construcción de la memoria de los seres humanos, de nuevos factores que han entrado a operar y que están operando en el subconscientes de la gente y le pedimos a la enseñanza que dé respuesta de eso.
Si hablara en términos de siquiatría diría que los jóvenes masivamente son víctimas del síndrome del pensamiento acelerado. Han recibido demasiados impactos emocionales por la aparición de esta civilización, a veces conocen a 50 tipos en una hora y se tiende a producir una conducta como se da en las adicciones, cada vez se precisa más. A ese muchacho después le cuesta concentrarse, vive en términos de ansiedad, nos encontramos con dificultades y se lo achacamos a la enseñanza.
Entonces qué le vamos apedir a la enseñanza que arregle eso. También tenemos que dar a los maestros y profesores, herramientas que están en el campo de la siquiatría y no en el de la pedagogía.
Después vienen otros y plantean lo de Shangai, que son 240 horas, si eso es progreso vamos a renunciar a eso.

Para llegar al país de primera precisamos sin dudas fortalecer la educación, necesitamos personas capacitadas, pero Uruguay sigue padeciendo fuga de cerebros. ¿Tenemos solución para esta problemática?

Es muy difícil. Hemos empezado las políticas de incentivar la investigación y eso ha mejorado el financiamiento que tenemos, pero mejoró en comparación a lo que teníamos, que era nada. Pero estamos de aquí a Pando todavía. Si el país no gasta muchos recursos en premiar la investigación y seguir esa línea, ese problema que señala se agudiza. El mundo entero tiende a robar las personas más valiosas.
Acá viene un problema de la fuerza política. No te robarán si tenés a la gente convencida, gente que esté dispuesta a vivir con las condiciones del tercer mundo si moralmente y políticamente está convencida. Si tiene los valores que lo importante es ganar más guita, estamos fritos. La respuesta tiene mucho de política, este es un problema en el que la izquierda no debería cruzarse de brazos. Hubo una época en la que estas cosas estaban bastante claras, pero quedó como un recuerdo.

Recién señalaba que no vamos a renunciar al crecimiento del país. Otro gran debate que se da en el Frente Amplio (FA) es la redistribución de la riqueza. ¿Se está distribuyendo equitativamente?

En todo período de crecimiento en un país capitalista hay un cierto grado de tendencia hacia la concentración. Ese problema lo vamos a atacar en forma inteligente, utilizando ciertas herramientas que tenemos hoy, que nos hacen pensar que es mucho más fácil dirigir el apoyo del Estado, a niveles muy concretos, y no caer en cuestiones que después se terminan perdiendo.
La experiencia que hicimos bajando el IVA en la carne sirvió para que hicieran un buen negocio los carniceros y la cadena intermediaria, el consumidor ni se dio cuenta. Si mañana podés pagar con una tarjeta donde te cobra y allí dice que tenés tal ingreso, le puedo hacer un descuento del IVA a Juan, Diego y Pedro, porque están en una franja de ingresos, eso es lo que tenemos que perseguir, no bajar en general, porque en realidad va a costar muchísima plata y es poco lo que llega a los sectores más débiles.
Lo mismo nos ha pasado con los incrementos. Obviamente que los que tienen ingresos más altos van a tener un tanto por ciento cada vez más grande, pero yo podría manejar los aumentos como un criterio de partida, con lo que favorecería a los más débiles. Eso no se quiere discutir. Hay que proponerse partidas de aumento para sectores, porque si se trata de ser más equitativos, se trata de arrimar las diferencias, y entre los propios asalariados a veces existen diferencias abismales.
Todo en términos relativos, porque si no hay ciertos márgenes de diferencias parecería que la gente no lucha por la calificación. Estamos estudiando varios mecanismos. Vamos a hacer una rebaja del IVA muy grande para sectores muy débiles, no para otros.

Cuando dice que es "muy grande", ¿a cuánto se refiere?

Hacer desaparecer una franja de impuestos en artículos de consumo de primera necesidad, grande. No genérico, porque si no los sectores más fuertes son los que reciben más beneficios. En términos promedio la gente de bajos ingresos gasta en comida alrededor del 50% de lo que gana, la gente que tiene altos ingresos no gasta más del 6% o 7%, aunque consuma alimentos más caros. Esto determina que el factor comida para un trabajador de bajos ingresos es el gasto principal que tiene. Si pertenece a las franjas más bajas tengo que concentrar la rebaja del IVA en eso, porque si lo rebajo en general, los que compran más son los que tienen más ingresos. Necesito un instrumento que me garantice eso, y ahí está trabajando un equipo en el Ministerio de Economía.

Un país de primera

El FA habla del país de primera, ¿cuál es su definición de país de primera?

Un país que las crisis de carácter mundial no puedan hacernos retroceder casilleros. Que seamos autogeneradores constantes de desarrollo, un país que ya no se detiene más porque la coyuntura mundial viene mal, podrá sufrir algo, pero no se detiene. Un país de primera soporta las crisis sin retroceder, sigue avanzando. Eso requiere mucha capacidad interna.

¿Cómo lo logramos? No podemos olvidar nuestro enclave geográfico y que somos parte del tercer mundo.

Somos parte del tercer mundo. Tenemos que insistir en mantener un grado de crecimiento, en taponear las sangrías principales que tenemos y masificar la cultura y el conocimiento de nuestra gente. Saber que hay que abrirle un gran paño a la inversión. En la época que estamos, cada puesto de trabajo, directa o indirectamente significa más inversión de la sociedad, sobre todo si pretendés trabajo bien remunerado, es inevitable.

Han ingresado nuevas e importantes inversiones al país. ¿Cómo van a afectar a la economía?

Van a tener una repercusión importante en la economía uruguaya al aumentar las exportaciones por lo menos un 50% o más. Me estoy refiriendo a la planta de celulosa nueva, que es más grande que la anterior y que hay que suponer, fácilmente, que son mil millones de dólares anuales de exportación, también me estoy refiriendo a Aratirí que quiere arrancar en 2013 y supone dos mil y pico de millones de exportación anual.
Hemos jugado con el mayor perfil bajo en todos los sentidos, porque nos parecen clave esas inversiones, y hay otras de similares características que esperamos que se concreten...

¿Hay nuevos proyectos de inversiones?

Si, hay un montón pero no tienen la repercusión que tienen estos dos en la economía.
Se tienen que instalar, son sociedades anónimas internacionales que cotizan en bolsa. Para Uruguay es importante porque va a entrar en otro circuito a partir de esa disponibilidad. Después está el arrastre de estas actividades. Aratirí significa miles de empreseas chicas que están trabajando en el abastecimiento y otras cosas, no es un ente aislado.

¿Qué impacto van a tener esas inversiones en el trabajo nacional?

No solo en el trabajo, sino en la calificación de los uruguayos, porque son trabajos mejores, diferenciados, mejor pagos. Es una etapa en la que tenemos que entrar. Estos primeros años fueron de tratar de solucionar el problema de trabajo, ahora tenemos que tratar de solucionar el ingreso y la manera más genuina de redistribuir, logrando mejor calificación. Tenemos que meternos en procesos productivos que se paguen más.

¿Nos podemos dar el lujo de comenzar a elegir las inversiones que llegan?

Yo afinaría muchísimo la Ley de Inversiones, para decir: esta me conviene y le voy a dar y a esta no le doy nada. Hay que elegir ahora la que nos traiga mejores salarios. Nosotros somos un país pequeño y si queremos mejorar la suerte de nuestra gente tenemos que pelear por una calificación superior del trabajo.

Con estas nuevas inversiones, la buena marcha de la economía y el desempleo en baja, ¿se podrá cumplir con la promesa electoral de eliminar la indigencia y reducir la pobreza a la mitad?

La indigencia va a necesitar un fuerte margen de subsidio. Hay que tener medios económicos para eso. La pobreza, es diferente, si mejoramos las condiciones laborales, la ocupación, la vamos a tender a absorver. Con la indigencia nos encontramos con una franja que, en parte, contempla la vida de la sociedad. No es que esté pobre sino que está derrotada.

¿Ya forma parte del desempleo estructural?

Si. Ahí nos encontramos con un repecho y hay que meter una punta de guita. Esto es un todo, si peleo por las exportaciones tambien es para tener recursos para eso, si no me funciona la economía nos vamos a quedar en palabras con el asunto de la indigencia.

¿Es posible eliminarla en este quinquenio?

Tenemos que hacer un esfuerzo. Es posible. Incluso es más posible desde el punto de vista matemático que real, porque si le asigno una partida de plata en el mes, por encima de lo que ganan los pobres, no va a ser tanta plata, matemáticamente los saco, pero desde el punto de vista real no.

¿Y cómo se los puede sacar desde el punto de vista real?

Hay que luchar por un cambio cultural y una inclusión. No es sencillo transformar a gente que nunca tuvo el hábito de trabajo. Incorporarlo y estimularlo no es fácil. Acá hay un plus al problema económico. Hay que hacer otra serie de gastos: atención social, controlar que manden a los chicos a la escuela, organización barrial, etc. Se necesita un cierto margen de coacción social, gente que te está apretando para que no te quedes.

Unidad Nacional

En sus discursos siempre habla de la unidad nacional, que es un concepto muy amplio. ¿Cuál es la definición que le da usted?

Es un tema vital. Un país de 3 millones y pico de habitantes no se puede dar el lujo de vivir en una eterna disputa y no tener una base de acuerdos comunes, si lo hace, si persiste en esa actitud, muchas naciones del mundo han desaparecido, podemos ser una más.
La existencia de una nación necesita de un margen de unidad, para crearla, proyectarla y defenderla. Eso es difícil porque a su vez lleva en sus entrañas las contradicciones de clase de cualquier sociedad y acá se trata de hacer entender a los pobres, a los ricos y a los del medio, que a pesar de las disputas inevitables que requieren las luchas tenemos que tener cosas y valores en común.

¿Cuáles son las cosas en común que necesitamos para lograr la unidad nacional?

Nuestras disensiones no pueden servir para que lo aprovechen desde afuera. No podemos regalar espacio que lo ganen de afuera por contradicciones inútiles. Tenemos cosas en común. Necesitamos un sistema de enseñanza y una cultura que sean la capitalización más grande y eso le hace a todas las clases sociales, sobre todo a los más poderosos. La mejor condición que pueden tener los poderosos que están en Uruguay es tener un país cada vez más inteligente y más culto.

Con esta definición, ¿puede decir que en el sistema político uruguayo existe unidad nacional?

No. Yo sé que no. La insistencia parte porque no existe, sino no habría que preocuparse y no llamaría la atención. Estamos en la disputa por cada bagatela que dan ganas de llorar y no discutimos temas que realmente valen la pena.

¿Esto se da por la lucha de poder?

Creo que si. Lucha de clases y lucha por el poder.
Somos un país pequeño con respecto a nuestros vecinos, pero las posibilidades que tenemos son enormes. Hay algunos que se asustan porque se extranjeriza la tierra, ¡pero que lástima que no vengan más extranjeros a instalarse y a tener hijos en este país, si está vacío! Recorrés el interior y está vacío. Una cosa es el campo despoblado y otra la baja densidad de población que tiene Uruguay.
Nosotros somos todos descendientes de extranjeros. El tema es a qué vienen, si cumplen con el país, si se instalan y tienen hijos o si son inversiones golondrinas, eso sí me revienta.
Es un problema la baja densidad de población que tenemos. El mercado interno es importante, su crecimiento contribuye a darle seguridad a un país.

¿Existe unidad nacional con el Frente Amplio y la oposición?

Con la fuerza política formalmente no tengo ninguna relación, aunque en el Consejo de Ministros están todos. Tengo las puertas abiertas, hablo con todos pero la Presidencia no va a la Mesa Política.

En lo que refiere a la elaboración programática, ¿no debería haber mayor relación entre fuerza política y gobierno?

La fuerza política discute en los congresos. Las discusiones que he visto últimamente, que he notado por viejo militante político, buena parte de ella es inútil, pero tiene una finalidad: posicionarse mejor para la interna, están haciendo proselitismo interno colocando un tema importante como puede ser la política tributaria, diciendo una cantidad de pelotazos, sin medir las consecuencias y sin decirlo en donde hay que plantearlo, porque lo que interesa es el título de prensa. Se está degradando la política desde ese punto de vista.
Se puede discutir todo, hasta el agujero del mate, pero tiene que haber un orden. Una organización política tiene una propuesta, bueno madúrenla y envíenla. La del PIT CNT fue bastante madura, como procedimiento y como propuesta, mucho más madura que la de los sectores. No era ninguna locura, era pensable. Siguieron el procedimiento, se juntaron con el ministro de Economía, etc. Pero acá lo que interesa no es eso, interesa el bochinche para ver si pesco algunos votos más en la interna.

Desde la oposición se dice que el FA habla de candidaturas y que debería concentrarse más en gobernar.

En el gobierno no se habla ni se discute nada de eso. Nunca escuché un solo comentario. Discutimos otras cosas. La oposición tiene razón en pensar así. También pienso que la oposición debería ser más diligente y arrimar alguna cosa más.

¿Se refiere a propuestas?

Si, o arrimarse a discutir, traer cosas elaboradas. La está llevando livianita.



Reconvertir las FFAA
El presidente de la República dijo que Uruguay necesita realizar una "reducción racional" de las Fuerzas Armadas de "7 u 8 mil efectivos menos en los cuerpos armados", además de contar con "una mejor calificación en algunos frentes".
"Necesitamos un mínimo de custodia del espacio aéreo" y un sistema de vigilancia marítimo que no sea el "patrullaje en el mar".
"Tenemos que cumplir con esas cosas, es importante, hacen a la soberanía, tenemos que garantizar que vamos a defender la soberanía de las millas que tenemos en el océano, son recursos para los que van a venir. Las industrias del mar son una cosa que van a venir en el futuro a cara de perro y son recursos que van a tener las generaciones que vengan", sostuvo.
Mujica destacó además que ya se comenzó a reducir el número de las FFAA con el pasaje de efectivos al Ministerio del Interior.


Formación ambulante agropecuaria
Mujica aseguró que en breve se hará una experiencia de formación ambulante agropecuaria.
"Es un ensayo", planificado con la UTU. "Probablemente terminemos trayendo seis camiones, que son escuelas industriales rodantes, hechos en Canadá, con programas distintos. Canadá es un país muy grande, y entonces no pueden montar una escuela industrial, tienen muchas poblaciones y muy alejadas, es un villorrio. Llega un camión, se instala y durante cuatro o cinco meses da cursos intensivos, deja la barra y se va para otro lado".
"Esos camiones cuestan 3,5 millones de dólares y vienen totalmente equipados, con computadoras y todo. Es una especie de formación ambulante, lo vamos a ensayar con la gente de UTU, porque si nos quedamos con la discusion tradicional, tenemos que empezar a levantar locales y no terminamos más. Es una manera de darle más al interior también. Tenemos que hacer otras cosas. Si queremos un país de primera tenemos que tener una población mejor", concluyó el presidente.


Cursos para administradores del Estado
El presidente Mujica se mostró "partidario de que la Universidad de la República generara una docencia para administradores del Estado".
"Los que van ahí tendrían que ser mandatados por la gente de los partidos políticos, y no que esa formación la hagan los partidos, porque lo van a hacer mal", señaló.
"Los estudiantes que van son delegados de los partidos para que hoy o mañana puedan incidir en las tareas del gobierno, sería una buena capacitación", sostuvo el mandatario.
"Al FA le hace falta eso, pero no lo debe hacer solo, debería ofrecérselo a los demás partidos. Son cosas que tendría que impulsar la fuerza política. Cada vez hay que ser menos empíricos, preparar mejorar las cosas y el país ganaría en madurez", concluyó el jefe de Estado.


Declaraciones y fórmulas presidenciales
El presidente Mujica solicitó recientemente a los integrantes del gobierno que no realizaran reclamos a través de la prensa, sino que los canalizaran por las vías correspondientes. “Si un sector tiene que decir una cosa, bueno, vaya y hable con el ministro de Economía, si no lo atiende que me pida una entrevista a mi y lo atiendo.
Se puede y se debe discutir todo lo que se deba, pero los adversarios juegan y les estás dando cada cachones... al mismo tiempo empezás a armar loquero, porque decís una cosa y otra y el que no está en lo político se pregunta cómo viene la mano”, argumentó.
En referencia a las versiones de prensa que surgieron sobre futuras fórmulas presidenciales, el presidente estimó que “en Uruguay, al otro día de las elecciones ya estamos pensando en eso. Inevitablemente ese tema está planteado en todos los partidos y todos van a decir que no, pero si”.
“Falta bastante y hay que ver lo que hace Dios, la naturaleza o la biología. Cuatro años es mucho tiempo, después se verá. El hecho que se planteó todo el mundo lo sabía y lo tenía presente, es un dato de la realidad. No me parece mal que Tabaré sea candidato y la mayoría del FA lo va a respaldar si está en condiciones. Si resiste el tiempo no sé. Igual, ahora no tenemos que pensar en eso”, dijo Mujica.

Publicado en Participando, edición de marzo 2011.

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