"Tenemos que refundar el FA"

A 40 años de la fundación del Frente Amplio (FA), el entonces secretario general del Partido Socialista, José Díaz, recordó la historia de la fuerza política y planteó las nuevas utopías que debería seguir la coalición de izquierda. El ex ministro llamó a "refundar el FA" y a crear un colectivo que reúna a todos los socialistas, más allá de los actuales sectores.

El ex ministro del Interior de la pasada administración, asumió la secretaría general del Partido Socialista (PS) en el año 1965, a los 33 años, sucediendo a Emilio Frugoni, Vivian Trías y José Pedro Cardoso, respectivamente.

Ese primer año sufrimos "crisis internas", primero la del sector que fundó el MLN, luego un grupo juvenil que "tomó posiciones fraccionarias de corte maoísta" y finalmente, en 1967 el gobierno declaró ilegal al PS.

Díaz venía del movimiento estudiantil y ya era abogado de algunos sindicatos de trabajadores, "tenía más experiencia de luchador social que de militante partidario", recuerda.

Los orígenes del FA fueron en 1962, cuando se realizaron dos frentes unitarios: la Unión Popular y el Frente de Izquierda. Luego, en 1966, se creó una mesa de unidad popular y recién en 1971 se fundó la fuerza política de izquierda.

El contexto histórico estaba denominado por "las luchas populares, que ya venían desde la década del '50". Ya en los '70 "el enfrentamiento con el pachecato se hizo generalizado".

"En el Parlamento también muchos blancos y colorados se opusieron a las medidas autoritarias de Pacheco, que gobernó prácticamente con medidas de seguridad, lo que es un estado de excepción lo transformó en una normalidad antidemocrática, con las fuerzas conjuntas persiguiendo al MLN y a las fuerzas populares. En ese ambiente, parlamentarios de todos los sectores fueron conversando sobre la posibilidad de crear un frente amplio", rememoró Díaz.

Las negociaciones tuvieron una "doble vertiente": la política, que tomó al Parlamento como ámbito y un proceso en la base, que era el pueblo que luchaba contra el pachecato. Eran dos procesos convergentes, uno en el político partidario y otro en el político social, al punto que hubo comités de base del FA antes del 5 de febrero de 1971.

En ese mismo año el FA postuló un programa "democrático avanzado, antioligárquico y antiimperialista, la unión del pueblo contra la oligarquía. Queríamos un Uruguay superador de la crisis del modelo vigente para entrar a un modelo democrático avanzado. Nuestra utopía era la construcción de un nuevo Uruguay y una nueva democracia", destacó Díaz.

La constitución de la coalición de izquierda se dio porque pensábamos que "era la manera de romper el coágulo histórico del bipartidismo, que uniendo esos sectores éramos capaces de competir por el gobierno departamental de Montevideo y también por el gobierno nacional".

Las elecciones de 1971 postularon al general Liber Seregni como candidato a presidente por el FA y a Hugo Villar como intendente en la capital. "Fuimos segundos en Montevideo y a nivel nacional logramos tener casi el 20% del electorado, el camino estaba trazado", subrayó.

El 27 de junio de 1973 se dio el golpe de Estado, que "le pegó muy duro al FA. Generó las primeras divisiones, el PDC creyó finalizado el proyecto y se apartó, se disolvieron partidos políticos, etc."

"Arrancamos la travesía del desierto dictatorial menguados, el FA ya no era lo mismo, un sector importante de los dirigentes se tuvo que exiliar y otros estaban en la cárcel. Finalmente, los que no estaban ni en la cárcel ni el exilio hicieron un trabajo muy meritorio de sostener las banderas en un estado de debilidad y de incapacidad de acción concreta, aunque se siguieron haciendo actividades contra la dictadura, que hace que esta finalmente caiga", dijo Díaz.

Con el advenimiento de la democracia "surge una nueva primavera", con comités de base que surgían día a día e innumerables actos. De todas maneras, en 1989 se sufrió la segunda división, cuando la lista 99 y el PDC volvieron a irse de la coalición.

Estos hechos no fueron impedimento para obtener el primer triunfo electoral, cuando se obtiene la Intendencia de Montevideo. "Se hizo un buen gobierno, que catapultó a Vázquez como gran líder nacional de la izquierda" y futuro candidato a la Presidencia de la República.

En octubre de 2004 el FA obtiene finalmente la Presidencia de la República con Vázquez y en noviembre de 2009 será Mujica quien lo suceda.

"Tanto la primera presidencia como la que está en curso demuestran que en Uruguay no hay mejor proyecto político que el del FA. Lo que no quiere decir que no haya franjas de disconformidad en determinados aspectos, como la distribución de la riqueza", asegura Díaz.

Una sociedad socialista

Díaz no realiza militancia partidaria desde los años 90, aunque continúa participando en las actividades del comité de base de su barrio. No duda en afirmar que "el horizonte" por el cual lucha, es el de construir una "sociedad socialista".

"Los socialistas estamos metidos en todos los grupos, estamos dispersos, muchas veces peleando por cargos y no por ideas. Nuestra debilidad es que la perspectiva socialista no tiene un isntrumento bien avenido de gente que piense en el socialismo y que esté trabajando conjuntamente ", explicó.

"Hay socialistas en el MPP, el PS, el Partido Comunista, la Vertiente Artiguista, el PVP, etc. Estamos dispersos, ¿qué fuerza podemos tener? El MPP tiene sectores socialistas y otros que están muy lejos de eso. Veo con preocupación que no se hace un esfuerzo por construir dentro del FA un partido político que reúna a todos los socialistas del FA. Un partido de los socialistas uruguayos, no el PS, sino todos los socialistas que vienen de distintas fuentes", propuso Díaz.

"Esto no es soplar y hacer botellas. No me refiero a los viejos partidos marxistas leninistas, sino a un colectivo a la uruguaya, tenemos que ser creadores, originales en la perspectiva socialistas, meter cabeza, corazón y actitud", añadió.

Refundar el FA

Díaz explicó que la próxima conducción del FA partirá "desde un plafón muy bajo de organización, entusiasmo y enamoramiento", mientras que deberá "saber conjugar las distintas vertientes de la acción frenteamplista: la prsencial y la virtual, además de dar un salto cualtiativo desde el punto de vista programático. Hay muchas cosas que no podemos decirlas más porque ya las hicimos, ¿hacia dónde vamos ahora?, hay que mirar el horizonte y en cada quinquenio tener planes que vayan desarrollando las distintas fases, hasta arribar a una democracia socialista, profundizar la democracia y darle sentido de igualdad, solidaridad y libertad. Esos serían los tres grandes principios".

Se debe "encarar la verdadera refundación, pensar en el FA partido político de nuevo tipo, con corrientes político-ideológicas. Así como postulo la necesidad de que las corrientes de pensamiento socialistas sea una sola, las otras corrientes tienen la necesidad de conjuntarse, los sectores más conservadores, los de políticas de centro, los democratacristianos, los nacionalistas; armar los espacios en función de las ideas y no de los cargos. Los sublemas, por ejemplo, no tienen nada que ver con las ideas, es para ver quien coloca el caballo y sale diputado o senador. Esa es la muerte anunciada de la fuerza política".

El ex ministro asumió la secretaría general del PS con 33 años de edad, y por tal motivo se pregunta "por qué no podemos lograr ahora que un compañero joven ocupe la presidencia del FA? ¿Por qué no se pone una figura de secretario general para la representación cotidiana y evitamos la concentración de poder que es inconveniente?"

"Tener un presidente que esté para la representación, los ámbitos de relacionamiento internacional y demás, pero se puede tener un secretario general para la dirección cotidiana. No puede haber una mesa con delegados que cambian de una sesión a otra. Que el FA elija por voto directo un comité ejecutivo nacional, que a su vez elija el secretario general, de organización y de propaganda", propuso.

"El que forme parte de esta estructura se le puede poner la limitación que no pueda ocupar cargos de representación de gobierno ni en su partido, que sean del FA, no se puede dirigir las dos cosas al mismo tiempo. Y si tiene la capacidad concentra demasiado poder. Tenemos que refundar el FA, hacer un partido a la uruguaya. El FA de aquellos años tenía una estructura que se correspondía con esa realidad, que no es la de hoy", añadió.

Actualmente "somos cada vez más movimiento y menos coalición. Para el pueblo frenteamplista el partido es el FA, no los sectores, y para los blancos y colorados que no nos votan, el partido también es el FA. Si mantenemos esta ficción de coalición y movimiento y la conducción es coalición, estamos trabajando contra la realidad, es un artificio. Nació como realidad pero se convirtió en artificio. Hay que refundar el FA, es mi punto de vista personal, que nadie lo agarra y menos mi partido", sostuvo.

Publicado en Participando, edición de marzo de 2011.

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