Mujeres, política y medios

A mediados de noviembre tuve la suerte de participar en el seminario Candidatas y Medios de Comunicación en Latinoamérica y Caribe: Monitoreo de Medios con Enfoque de Género en el Marco de las Campañas Electorales, organizado por ONU Mujeres, Cotidiano Mujer, AECID e Idea Internacional.  

En la ocasión además de aprender y concientizarme sobre muchas dificultades que tienen que enfrentar las mujeres en la política, pude compartir algunas experiencias personales, fundamentalmente vinculadas a las diferencias que existen a la hora de asesorar a hombres y mujeres en esta área, ya que, en muchas ocasiones, ante la misma estrategia se dan resultados muy diferentes.

Uno de los temas analizados en el seminario fue el trato que le dan los medios de comunicación y los hombres políticos a sus colegas mujeres, y mucho me ha hecho reflexionar debido a los sucesos de los últimos días.

El pasado viernes 7 el presidente Mujica, consultado sobre el pedido de renuncia del presidente del Banco República, Fernando Calloia, por parte del Partido Nacional, debido a que se designó como abogado a Gonzalo Fernández, el mandatario respondió que el jerarca “tiene libertad para contratar el abogado que le parezca”, y posteriormente añadió: “¿pero por qué no van a controlar a sus señoras esposas, a ver dónde andan, en lugar de andar controlando esas pavadas? Estamos para la chismografía”.

El comentario fue muy criticado, por su tinte machista, por gran parte de las mujeres políticas, por muchos integrantes de la oposición y por algunos medios de comunicación que se convirtieron en los adalides de la defensa de la igualdad de género, encabezados, como no podía ser de otra forma, por el diario El País.

En la jornada del domingo 9 de diciembre Mujica reconoció el error y se disculpó. “Los presidentes no tienen el humano derecho a calentarse ante improperios, han de ser de mármol como las estatuas. Debo pedir sentidas disculpas a las señoras que pude ofender por lo dicho en Brasilia”, dijo el jefe de Estado.

Las disculpas no fueron aceptadas por la oposición, según publicó el diario El País, por ser consideradas como “insuficientes” y por tener un “pensamiento discriminatorio”, dijo el senador Jorge Larrañaga. Además fueron rechazadas por el diputado Javier García, ya que el presidente “no tiene derecho” a “agredir, a insultar y a ser violento con los uruguayos”.

Es realmente muy bueno cuando en una sociedad gran parte del sistema político, más allá de su sector o partido, se transforman en defensores de la igualdad y de las políticas de género, pero se convierte en hipocresía si se trata solo de oportunismo.

El pasado 5 de diciembre, casualmente dos días antes de las declaraciones de Mujica, el diario El País publicó un editorial, en su página 17, titulado “Las mujeres del Frente Amplio”, que puede leerse también en la web en la siguiente dirección: http://www.elpais.com.uy/121205/predit-679803/editorialdeldia/las-mujeres-del-frente-amplio/

Según uno de los máximos especialistas en investigación en opinión pública, el argentino Manuel Mora y Araujo, “los medios de comunicación forman opinión a través de tres tipos de mensajes: editoriales, informativos y entretenimiento”. 

Cuando un medio publica un editorial, más aún si este no está firmado, constituye el pensamiento o la posición oficial de ese medio sobre determinado tema.

El País, en el editorial mencionado, asegura que las mujeres frenteamplistas tienen “escasas virtudes a la hora de ejercer tareas ejecutivas”. Sobre la senadora Lucía Topolansky señaló que “es dueña de una incontinencia verbal con escaso criterio que suele producir escozor a quienes planifican las tácticas de la coalición de izquierda. Doña Lucía habla mucho, opina de todo y casi siempre con nulo criterio”.

También afirma de la diputada socialista Daisy Tourné, que al asumir como ministra del Interior “se le subieron los humos” y se convirtió en “el hazmerreír de una población que hizo trizas sus pretensiones”, entre otras imprecisiones que constan en el texto.

Tampoco la intendenta Ana Olivera está ajena al pensamiento de El País, pues subraya que para estar en ese cargo “hay que ser eficiente y manejarse con inteligencia, dos condiciones que no están al alcance de Olivera”.

El editorial de El País abunda en epítetos contra otras mujeres del Frente Amplio, que fueron atacadas por su condición de mujer, ya que en ningún momento el editorial hace referencia al desempeño de hombres.

Resulta curioso, que aquellos que hoy se rasgan las vestiduras por las palabras del presidente hayan hecho silencio ante este editorial machista de El País, más llama la atención que el diputado Javier García, siendo también editorialista del matutino en cuestión no haya denunciado tal desatino, o quizás tengamos que entender, siguiendo el concepto de Mora y Araujo que es la opinión del medio y de sus editorialistas, y que esta defensa de género que hoy vemos solo se trata de una vil hipocresía mediática.

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