Uruguay: El escenario eleccionario más incierto de los últimos años

El 2019 es año electoral en Uruguay, y según el resultado de las investigaciones de opinión pública existe un pronóstico incierto a la hora de determinar quién será electo presidente de la República, aunque el panorama es bastante más claro cuando se analiza quiénes ganarán las elecciones internas.
El último domingo de junio se celebrarán elecciones internas en Uruguay. Se trata de elecciones primarias y simultáneas en todos los partidos políticos para elegir los candidatos a la Presidencia de la República que competirán en los comicios de octubre.
Los precandidatos ya están definidos: por el Frente Amplio –la coalición de izquierda que gobierna actualmente– competirán el hasta hace pocos días intendente de Montevideo, Daniel Martínez, la exministra de Industria Carolina Cosse, el sindicalista Óscar Andrade y el expresidente del Banco Central Mario Bergara.
El favorito para ganar la elección interna es Martínez, un ingeniero de 62 años, integrante del Partido Socialista, que renunció recientemente a la titularidad de la intendencia capitalina para hacer campaña electoral.
Según las encuestas, Carolina Cosse aún mantiene tiene chances de pelear en la interna frenteamplista. Se trata de una ingeniera de 57 años, de perfil técnico, que cuenta con el apoyo del expresidente José Mujica.
En el Partido Nacional hay cinco candidatos, pero solo tres con posibilidades: el senador Luis Lacalle Pou, el senador Jorge Larrañaga y el empresario Juan Sartori; mientras que el diputado Carlos Iafigliola y el intendente de Maldonado Enrique Antía no parecen tener posibilidades.
El favoritismo recae en Lacalle Pou (hijo del expresidente Luis Lacalle de Herrera), un líder de derecha de 45 años, quien fuera además el último candidato del Partido Nacional en las elecciones del 2014, cuando resultó electo el actual jefe de Estado, Tabaré Vázquez.
Con menos posibilidades aparecen Jorge Larrañaga, el excandidato presidencial del Partido Nacional en las elecciones de 2004, que perdió las internas partidarias de 2009 con Lacalle padre y de 2014 con Lacalle hijo; y Sartori, un joven empresario millonario, populista, que poco ha demostrado conocer de la política nacional producto que no ha vivido en el país desde hace muchos años.
En el Partido Colorado la crisis parece no tener fin. Tras haber sido casi un partido hegemónico en la historia uruguaya, luego del gobierno de Jorge Batlle (2000 – 2005), en donde se dio la crisis económica del 2002 ha pasado a ser un colectivo casi testimonial que solo ronda el 10% de los votos.
Al salvataje colorado ha acudido el expresidente Julio María Sanguinetti, que a pesar de que ya tiene 83 años seguramente gane la interna. Competirá contra el economista Ernesto Talvi y contra el senador José Amorín Batlle.
El resto de los partidos, de caudal de votos minoritario, presentarán candidatura única a las elecciones internas, por lo que el escenario con vistas a junio parece ser bastante claro. Si seguimos los datos de las encuestas el mapa de candidatos quedaría de la siguiente forma: Daniel Martínez (Frente Amplio), Luis Lacalle Pou (Partido Nacional), Julio María Sanguinetti (Partido Colorado), a los que se sumarían Pablo Mieres (Partido Independiente), Edgardo Novick (Partido de la Gente) y Gonzalo Abella (Unidad Popular).

Camino a octubre  

Rumbo a las elecciones presidenciales que se realizarán el último domingo de octubre solo existen dos candidatos con chances reales: el frenteamplista (Martínez o Cosse) y el nacionalista (seguramente Lacalle Pou).
Ambos deberán conformar sus fórmulas presidenciales, que todo apunta a que buscarán –lamentablemente más por estrategia que por convicción– que sea paritaria y luego irán tras los objetivos trazados para las elecciones parlamentarias y presidenciales.
En octubre también se votará el Parlamento. El Frente Amplio cuenta con mayoría en ambas cámaras desde que es gobierno, en 2005, lo que le ha permitido llevar adelante sin trabas la mayor parte de su programa. Por su parte, la derecha (blancos, colorados y Partido de la Gente), junto a la izquierda extrema (Unidad Popular) y el Partido Independiente (autodenominados de izquierda pero que generalmente votan con la derecha) intentarán sumando sus votos que eso no ocurra.
Todo hace indicar que el último domingo de octubre es casi imposible que se elija al presidente sin tener que recurrir a un balotaje, en el mes de noviembre de este mismo año. Allí seguramente se enfrentarán el candidato de izquierda contra el del Partido Nacional, en una elección que promete ser la más pareja de los últimos veinte años.

Publicado en Revista Democrática de Brasil. Edición de junio de 2019.

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